A AmyLuna le carga la gente
poco civilizada. Odia los
empujones en el metro, la
basura en las calles, la gente que
no respeta los turnos en la fila, los piropos ordinarios, los
pelambres poco piolas,
los hombres que no dan el asiento en la micro -ojalá algún día sepan lo que es andar
con tacos-,
los hombres poco discretos para mirar algo que les interese,
los hombres que creen que andar en grupo tiene un efecto levantador de imagen y carisma,
los hombres que se sienten con el derecho a recibir todo y sin la obligación de dar nada... en realidad,
los hombres son los que más demuestran que la civilidad, o la modernidad les ha pasado por encima -a la mayoría,
tampoco puedo condenarlos a todos - sin darse cuenta, que el machismo se bate en retirada, que hombres y mujeres somos bastante diferentes pero tenemos igualdad de derechos y oportunidades.
Las mujeres también son incivilizadas, pero son tan vivas que saben
disimularlo muy bien.
Y a propósito de civilización, AmyLuna tenía una conversación pendiente con el mismísimo hombre de sus tormentos. Tras un par de días de angustia, cateteó y cateteó hasta que consiguió el espacio para esa conversación. Lloró poco civilizadamente, se descargó, dijo todo lo que tenía que decir...escuchó muy civilizadamente claro, con todo el respeto que merece una situación que aún no entiende, que su estabilidad emocional y sicológica le impide entender, que su concepto de amor le impide aceptar. Es necesario llevar una relación civilizada después de un quiebre, después de una relación de casi 5 años. Y definitivamente no es muy civilizado jugar con los sentimientos de nadie, juntarse y actuar casi como pareja pero luego buscar alejarse. Por lo tanto llegaron a un acuerdo civilizado: no más msn, porque fuerza una comunicación de 8 horas poco clara. En caso de querer decirse algo, será por teléfono o mail, para así dedicarse a la comunicación y evitar los malos entendidos. Limitar los encuentros y el contacto en ellos, para dar espacio a aclarar ideas, echarse de menos si cabe la posibilidad. Respetar los espacios y seguir adelante.
Sin embargo, AmyLuna pidió una
despedida. Y la despedida terminó
poco civilizadamente, bastante rato después, luego de dar rienda suelta a la
pasión, a la
química, al
sentimiento, a todas las cosas ahora malamente disimuladas y evitadas. Y a pesar del sabor amargo mental, el valor emocional de la despedida fue más fuerte. Le recordó por qué hay que luchar, qué es lo que importa, más allá de todas las fallas de
"software" que pueda tener una persona, lo que importa es el
"hardware", lo que tiene dentro, la capacidad instalada, todo lo que puede llegar a ser. Y vale la pena esperar que el
servicio técnico actúe, si la persona vuelve funcionando a toda su capacidad.
No fue un adiós...fue sólo un
"hasta pronto". Al menos eso es lo que AmyLuna espera.
uf..
Nada que decir po Amy
"Peligro dice que está bien tu decisión", jajajaja.
Y hey, que te pasa con los piropos flaites. Son lo mejor del mundo.