
No es andar en estado de liquidación permanente, regalándose al primero que se nos cruce por delante (aunque algunas lo practican de este modo).
No se refiere a andar vestida de negro riguroso (mi abuelita siempre decía que los matrimonios estaban llenos de "baratas" porque todas -o la gran mayoría- se visten de negro para estos eventos).
Tampoco se refiere a valorarse poco y considerarse "barata" en el entorno laboral, sentimental o familiar.
Este término lo descubrí ayer en la Revista Ya. Porque no sólo me leo la columna de la Consueldo Aldunate (que antes no me gustaba, pero parece que la vejentud me ha hecho más tolerante y hasta la encuentro buena...), sino que también leo al resto de las personas que escribe en este suplemento. Y ayer la sicóloga Paula Serrano me sorprendió con este término, y al fin mi vida tomó sentido (jajaja... no sé si tanto, pero le encontré explicación a muchas cosas).
Copio textualmente esta explicación magistral:
"El estado de barata es algo que nos sobreviene a las mujeres con frecuencia y que es una caída a piso, un reptar por los suelos mirando a todos los demás como enormes y espléndidos mientras nosotros somos sólo eso: un insecto a ras de suelo que se siente inútil, maltratado, que ha perdido toda confianza en sí mismo, que siente que es un fracaso redomado, que todos lo hacen mejor que ella, que es fea, tonta, incapaz de provocar afecto o admiración. En resumen, una barata. ¿Quién quiere ser amiga de una barata o besarla o convidarla a una fiesta o proponerle dar una conferencia? Nadie en el planeta lo haría. Entonces, esa mujer que se siente barata siente exactamente que es la única sobre la tierra de los humanos que tiene esta condición semi asquerosa, semi invisible. Esconderse parece la única solución a la existencia.
Lo curioso de este estado es que surge de repente y pasa rápido. Generalmente es provocado por algún pequeño hecho de la vida, relacionado comúnmente con la exclusión y respaldado siempre por algún estado hormonal o biológico imperceptible".
Con este fenómeno sicológico toman sentido esos días en los que una amanece, se mira al espejo y se encuentra fea, cuando no dan ganas de arreglarse porque pongas lo que te pongas te ves mal, cuando ves a un conocido en el metro y le rehúyes la mirada o te cambias de vagón, sólo porque no tienes ganas de saludar a nadie. Cuando sientes que no hay caso en que el pelo te quede como quieres, cuando te da la idea que justo hoy don Murphy y su famosa ley se están dedicando a hacerte alguna especie de cámara indiscreta, cuando nada te resulta y sientes que todo el mundo tiene como tarea hacerte la vida imposible por un día.
Hay que reconocer que en "aquellos días" en los que el género masculino felizmente nos recluiría en una isla, por lo general andamos más susceptibles a este estado de barata. Aunque también hay quienes un amanecer nublado les provoca este estado, o la lluvia, o la caña, o alguna penita oculta por ahí...
¿A quién no le ha pasado? Quizás sólo a la Kathy Barriga. (jajajaja, quien haya visto La Granja VIP podría compartir la opinión de la Pamela Díaz que decía que no se explicaba que esta mina anduviera siempre happy).
Quizás la Maca Pizarro amanezca de barata hoy luego de todos los condoros que se mandó anoche conduciendo la entrega de premios Altazor. Quizás también la Francisca Lewin, a la que la Maca Pizarro llamó al escenario y anunció ganadora del premio de mejor actriz de cine, cuando la ganadora era en realidad Blanca Lewin.
Quizás muchos de mis lectores/as amanezcan de baratas hoy con el cielo tapado de nubes. Pero ¡ánimo! Al menos ahora podemos tener una explicación para nuestra cara:

"No me wevees, ando barata".
PD: Recuerdan que hace poco escribí sobre mi "ídola" Ximena Torres Cautivo y no concitó mucho apoyo? Pues bien, hace un par de días me llegó un comment de Ignacia Hofmann Torres... saquen sus conclusiones, es su hija. Y defendió mucho a su madre de todo lo que ustedes escribieron de ella (yo habría hecho lo mismo por mi mamá). Si quieren saber qué dijo, lean los comments del post correspondiente. Para que vean la trascendencia de los blogs... estamos vigilados!
Es cierto eso del estado de Barata.
Uff si hay dias en el mes en q ni siquiera el maquillaje ayuda.
Yo odio los bichos como las baratas, entonces peor es sentirme como ellas, por lo que trato de evitar ese sentimiento.
Además que el que más sufre es el que está al lado.
Cariños