26.12.07
El triste fin de una etapa
Para qué les voy a dar más explicaciones sobre mi prolongada ausencia de este espacio. El magister, la pega, los pitutos, la vida misma, a veces me exigen demasiado, y cuando hay que empezar a quitar tiempo a unas cosas para dársela a otras, las aficiones voluntarias son las primeras en perder.


Pero el fin de una etapa del que hablo en el título del post no es el fin de este blog. Mal que mal, me gusta tener este espacio para desahogar las inspiraciones ocasionales que pasan por mi cabeza. Es otra etapa la que terminó tristemente: mi paso por el Club de Lulú. Más que eso, terminó el Club tal como había sido hasta ahora.


¿Qué pasó? ... se preguntarán ustedes. Bueno. Sucede que el club fue fundado años atrás por una señorita (Daniella Montecinos) que en determinado momento, hace poco más de un año si mal no recuerdo, decidió dar un paso al lado por motivos personales, de pega, etc. Así yo asumí el webmastereo -antes lo hacía ella- y dediqué muchas horas de mi tiempo a hacer banners y blogs para el Mister Blogger, para la campaña de navidad y cuanta cosa se nos ocurriera. Modifiqué el template que tenía en ese momento -que "supuestamente" era original, pero nunca fue ... de hecho, estaba copiado tal cual de otro lado- y luego adapté un template nuevo que es el que mantiene ahora (aún, creo, si es que no lo han bajado :P). La jefatura del club como grupo la asumió la Clau (Mis Nuevos Aires).


Así, sufrimos algunas bajas, incorporamos niñas nuevas -que trabajaron con hartas ganas: la Vita y la Lore- y seguimos adelante -con gran convocatoria, hay que decirlo- con nuestro concurso emblemático: el Mister Blogger. Hasta nos copiaron el concepto de blog y el concurso por ahí, y nosotras seguimos, siempre dignas.


La campaña de navidad de este año salió demasiado buena, mejor que nunca: con obra de teatro, regalos, dulces, estuches escolares y hasta depósito a Paternitas del dinero que no gastamos de todo lo que la gente nos hizo llegar. Pero así como yo no he podido dedicarle tiempo a mi blog personal, cada vez escaseaba más el tiempo para el club, tanto mío como de muchas otras. Varias de nosotras pensábamos en renunciar, decisión que yo confirmé cuando me dijeron que dado este momento del club, quería volver "la fundadora".


Yo dije "bueno, nada que hacer aquí" (ya había tenido mis roces internos) y decidí renunciar con el resto. Se nos dijo que ella volvería para hacerse cargo del club, luego que quería que le "devolviéramos" el blog -como si un blog grupal pudiera tener "dueña"- para darle un "cierre digno", dada la renuncia de varias emblemáticas ... y abusando de la confianza y buena fe de la Claudia, se hizo con las claves de administradora del blog ... y de un día para otro (del domingo al lunes) aparecimos todas sin ningún privilegio ... quitándome la oportunidad a mí por ejemplo, de al menos quitar los banners de la campaña de navidad que ya habían pasado.


Las chicas nuevas querían continuar con el club, y recibieron una agresiva respuesta de Daniella, hablando de nombres registrados -las licencias creative commons, que yo sepa, sólo se aplican a contenidos, no a nombres de blogs- y de su intención de "congelar el club" ahora no para cerrarlo, sino para buscar chicas nuevas y relanzarlo para hacerle la competencia a Zancada, por ejemplo.


Ante todo esto, nos unimos como club, bastante decepcionadas, y decidimos como última acción publicar un post de despedida, ya que lo que encontrarán ahora nuestros lectores y lectoras YA NO SERÁ LO QUE ERA. Y queríamos dejarlo claro, sin espacio para confusiones. Ese post fue censurado, y las que aún no se habían borrado del club, fueron eliminadas por Daniella.


Y este ha sido el triste final del Club de Lulú. La persona que aquí les he descrito será el "cerebro" tras el blog ahora, así que supongo que el producto estará acorde a su personalidad. Así que quienes me leían a mí, a la Vale, a la Vita, a la Clau, a la Dani superpoderosa, a la Pame, a la Lore, a la Gentzane, a la Pasto, a la Lee, y luego iban al club porque les gustaba nuestro estilo ... lamento decirles que eso ya no estará más.


Me da mucha lata este final, por lo maletero y por lo incorrecto, por un blog grupal no puede ser de "alguien", sino que es de cada miembro un poquito, y una persona abusó de la buena fe de la Clau para hacerse a la mala de un blog en el que ya no participaba hace más de un año, viendo supongo la oportunidad que significaba quedarse con un nombre que goza de cierto prestigio en la blogósfera. Me carga la gente que actúa con la "chueca" y que además pasa a llevar a gente a la que antes llamó sus amigas (yo no me considero ahí por si acaso). El Club lo fundó ella, OK, pero no es ella ni menos de ella, en este momento el Club éramos nosotras, era nuestro, y ella nos lo arrebató.


¿Y qué concepto de blog puede tener alguien que ni siquiera permite comentarios? O sea!


Adiós Club de Lulú...


22.10.07
Día de m...
Aló?
Hay alguien ahí?

Hace taaaanto que no actualizaba que casi se me olvida cómo se hacía esto ... qué es un blog? qué hago aquí? quién soy?

Y más encima, vengo a actualizar pa puro desahogarme ... sorry!

Hoy no me quería levantar (como me ha pasado las últimas ... dos semanas?). Pero me levanté, me arreglé y salí.

Los lunes salgo sola -llámese sin acarreo paterno al metro- por lo que me dirigí a tomar la primera micro. La esperé, pasó, la tomé. Damn! Con suerte me alcanzó para este viaje el saldo de la tarjeta bip!

Me bajé en el cruce de Vespucio para tomar la otra micro. Llegué al paradero, la esperé y no pasaba ... en eso saqué mi mp4 (el que se había salvado del robo ... murió al enchufarlo a unos parlantes, cuec! Así que mp4 nuevo, te presento a mis lectores ... lectores, mi mp4 nuevo. Sigamos), elegí un disco para escuchar (Saving Jane, seguramente las conozco yo no más ... pero su tema "Imperfection" la lleva!), y me puse a divagar ...
  • "Tendré que cargar la tarjeta porque no me quedaba nada de saldo ... tarjeta ... cargar ... plata ... plata? damn! creo que se me quedó el monedero con plata y tarjetas ... no importa, llamaré a mi casa para que me lo acerquen ... llamar? f*ck! también se me quedó el celular!"
Así que crucé la calle como si nada para tomar una micro que me llevara de vuelta a mi casa ("ojalá me lo tome como transbordo esta w... porque si no no me alcanza para otro viaje y capaz que ningún chofer me quiera llevar gratis! claro se les cuelan los giles por todos lados y si uno les pide un favor ..."). Ahí esperé otro rato. Tomé la micro, bien! marcó transbordo.

Me bajé en un lugar que me parecía conocido (de como 20 mins atrás, ¬¬), me dirigí a mi casa, y cuando estaba abriendo la reja, veo que mi mamá salta de la cama!! A la pobre casi le da un infarto porque creyó que me habían asaltado de nuevo o algo así ... no suelo devolverme a la casa, rara vez se me queda algo en realidad ... por eso este día es digno de contar.
En fin, castigándome a mí misma mentalmente por gila, saqué mi monedero y el celular, los eché al bolso, y volví a salir luego de asegurarle a mi mamá que me había devuelto sólo por eso.

Nuevamente, esperar una micro, llegar al cruce, esperar la siguiente - que obviamente, como ya iba recontra atrasada, se demoró en pasar y venía llena - esperar un asiento y apropiarme de él sacando mi personalidad "winner" ... y luego dormir a saltos hasta despertar por Vitacura.

Llegué a la hora del p... eo a la oficina, me senté a trabajar. Además, los lunes son un día especialmente cargado de pega, así que me senté idiota a trabajar.

- Y no me pasa nada!

Por si acaso.

Pasó la mañana entre tareas varias, hasta que llegó la hora de almorzar. A las 12:30 me llama mi este para que vayamos a almorzar temprano.

- Baja cuando quieras, que yo estoy ... (no recuerdo qué)

Primero tenía que cerrar alguno de los temas que estaba viendo (creerá el niño que uno viene a puro calentar la silla y chatear a la oficina). Como a los 10 minutos, idiota, estresada y además imaginando su cara de "ya no quiero ir a almorzar ensalada porque te demoraste y estará lleno y no quiero hacer cola y ..." busco en mi bolso y tarán! Para rematar, se me habían quedado los ticket.

Bajé como a las 12:40 ... y algo ... me lo encontré en los ascensores listo para subir a buscarme.

- Anda a buscar otro ticket que se me quedaron los míos - di la orden.

Me miró con cara de susto y cagado de la risa a la vez ... y corrió a buscarlo con un "sí jefa" o algo así ... Yo creo que daba susto.
Y luego cuando bajamos, camino al lunch, me pregunta

- ¿Y qué te pasa que estás así?

- ¿Así cómo? - pregunto yo ... "¿echaré fuego por la boca?" me pregunté a mí misma.

- Así po... tan "idiotita"

Y procedí a enumerar mi "relajada" mañana, además le conté la tarea del magister (transmita por webcam en blogtv.com dos programas de 30 minutos cada uno durante la semana, avisando al profesor y su ayudante hora y tema de la transmisión) que me tiene con "un poquito" de presión adicional ... y otras cosas más.

Creo que entendió, porque me dio un abrazo ... (y eso que él tiene este sábado su examen de competencia ... bueno, también anda con su grado de idiotez así que supongo que solidarizó).
Aunque después lo dudé porque cuando caminamos por un jugo natural después de la ensalada(idea mía), con los tacos que me puse sólo por él pal almuerzo (para que después no me diga "es que esa pinta ... con esos zapatos ..." -como ellos no usan tacos -), se le ocurrió cambiar el camino habitual para llevarme por una rica vereda de adoquines ... y yo con los zapatos de taco más angosto que tengo, caminando como quebrando huevos.
Y el jugo, me lo dieron sin azúcar. Rico fue el primer sorbo! Y la niña "es que como son naturales, quedan con el dulzor de la fruta no más". Claro, quedan re-dulces cuando mezclas concentrado con hielo ¬¬. Luego de vaciarle medio frasco de azúcar al medio litro de jugo de mango, volvimos a la ofi, dispuesta a hacer algo distinto de mi tarde.

Cuando estaba en lo mejor combinando ocio y trabajo, se me ocurrió mirarme la pierna ...

Tenía el mejor punto corrido en la panty, a la altura de la rodilla. Y yo no uso pantys cualquiera, noooo ... esta es color piel con una línea negra que parte en el talón y termina en la pantorrilla con una flor roja. Súper fácil de conseguir de nuevo ... a la basura se irán las pantys cuando llegue a la casa.

Y eso que el día aún no termina!

Y no he hablado de pega.

A la noche les cuento si no tuve más novedades ... deséenme suerte!
UPDATE: Volé de la ofi tipo 19 horas porque tenía hora para "algo", según yo recordaba ... algo que había estado chuteando las últimas dos semanas. Y cuando llegué a "eso" ... no estaba anotada!!! Así que anoté -ahora sí- otra hora ... y me vine a mi casa mejor.

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5.9.07
Chulerías del chileno
Ahora que comenzó septiembre, las ventanas ya están emperifolladas con los papeles tricolores y las banderitas plásticas, nos bombardean con avisos de parrillas y carbón, nos suben la carne y las cebollas (por lo menos a $1.500 las empanadas buenas este 18, lo dice AmyLuna, su bruja regalona), me gustaría "dentrar" a analizar algunas características de los habitantes de esta larga y angosta faja de tierra, habitualmente llamadas "picanterías", que hacen del chileno medio un "chulo" de tomo y lomo.

La pillería:

Por estos días me he reído con ganas de aquel rumor que dice que haciéndole "shhht!" al tag en el momento de pasar bajo un pórtico, evades el cobro ... jajaja! Con suerte evitas escuchar el bip, pero difícil que hacer callar al tag, o hablarle de lo difícil que está la cosa, haga que se conmueva y evite que la autopista haga el cobro correspondiente a la pasada ... y en último caso, si el pórtico no detectara el tag, sería peor porque llegaría a la casa el lindo parte por circular por autopistas concesionadas sin el dispositivo correspondiente ...


No faltan los que le han puesto CDs encima al tag, o que modifican las patentes con huincha aislante. Igual que la época en que se decía que con un CD en el parabrisas se evitaban los "pistoleos" de los controles de velocidad de los pacos en la carretera ...

Los chilenos que viajen a Europa deben saber de esa manía por juntar monedas de $100 "de las nuevas", por su aspecto y peso similar a un euro ... alguna vez leí que a cancillería devuelven bolsas de esas monedas los europeos enojados por la estafa ... y después quieren viajar a Europa y que nos reciban con los brazos abiertos! (sin hablar de los lanzas, por cierto).

En el transporte:

Si hasta la evaluación a la gestión de gobierno de Bachelet acusa "efecto Transantiago", cómo no va a afectar al santiaguino común (que es el que veo a diario, sorry gente de regiones). Esa habilidad para poner primero el pie en el escalón, aunque vengan señoras con guagua o viejitas con muletas intentando subir a la micro. Las carreras para achuntarle a las puertas intermedias o traseras para evitar pasar la tarjeta, o pasar cara de raja frente al validador haciendo "bip!" sin sacar la tarjeta del bolsillo.

En el metro se aprovechan de las aglomeraciones para tomar posiciones francamente intimidantes (irse casi encima de una niña, o atraparla contra la ventana) con la excusa de "está lleno". O esos giles (y gilas) que aunque se bajen 10 estaciones más allá, se instalan frente a las puertas para ir verificando el look en el vidrio de las puertas, obstaculizando el paso de toda la gente que necesita bajar.

Con la comida:

Por el lado de los restaurantes, está esa mala costumbre de ir a un tenedor libre a devorárselo todo, para "aprovechar bien la plata". O esos grupos que hacen las tremendas comidas, piden mil y una cosas, el bajativo por cuenta de la casa y luego dejan luca de propina al mesero ... y quieren ser bien atendidos en la siguiente ocasión.

Otra mala costumbre que se ha ido extendiendo es la de comer en la calle, con múltiples puestos de completos, sopaipillas con pebre y mostaza, arrollados primavera o jamón queso, "anticuchos", empanadas de "pino" y queso ... ideal para manchar con aceite, palta o mostaza al vecino en la vereda, para dejar los pasamanos absolutamente grasosos y para compartir esos olores a fritura y cebolla en comunidad dentro de las micros y vagones del metro, generalmente atestados.

Un "shileno" no es "shileno" si no come chicle (o goma de mascar, decirle "chicle" al chicle es como decirle confort al papel higiénico, mala costumbre derivada del uso de una marca), esa golosina que además de hacer doler la guata y las mandíbulas trae aparejadas tantas malas costumbres: la gente que no puede desprenderse de ellos en un basurero o envueltos en un papel y dejan los restos masticados pegados en cualquier lado, o simplemente los tiran al suelo para que el próximo incauto lo pise y luego luche mucho rato por despegarlo de la suela de su zapato. Mucho peor si quedó en un asiento u otro lugar "apoyable" ... ¿hay algo más desagradable que tratar de despegar un chicle de la ropa o del pelo? Agreguémosle el factor "verano" ... uf.

O esa bendita manía de la gente de ir comiendo chile con la boca entreabierta, mascadas cortitas y haciendo constantes globitos que se revientan sonoramente a los pocos segundos ... ¡puaj! (esto lo he visto principalmente en las mujeres eso sí ...)

Y todo un clásico es hacer "perro muerto" ... pero -a mi parecer- esta clásica institución ya va en retirada, con los nuevos modelos de negocio que hacen pagar antes de consumir o los mozos catetes que están todo el tiempo encima ofreciéndote una u otra cosa, o simplemente vigilando ...

La música:

Al "shileno" no le gusta escuchar música solo. Noooo. Si va en auto, pone la radio a todo chancho en la radio "Corazón" y baja los vidrios del auto para que todos compartamos ... aunque no queramos. Si va por la calle, se pone los audífonos del mp3/mp4 a todo chancho, haciendo que sus vecinos escuchen el tssc bum tssc bum del reggaeton de moda. Y si no le alcanza para el mp3/mp4/celular con reproductor, toma su humilde radiocassette a pilas y la lleva con su sonido chicharriento en la micro o incluso en buses interurbanos, total quién quiere ver la película o dormir tranquilo, ¿no? (el metro se salva ... porque no llegan las ondas de radio).

Es habitual también que el "shileno" en su hogar comparta sus gustos musicales con los vecinos, levántandose el sábado temprano a pasar la aspiradora al ritmo de su cebolla favorita, para "alegría" de sus compañeros de pasaje o edificio. Total que para eso se compran los tremendos equipos con chorrocientos mil watts PMPO ... que si es muy bkn, saca los parlantes a la calle para lucirlo también, y que los vecinos escuchen mejor.

Y por supuesto, como los chilenos somos pillos, es muy raro que nos compremos el cd de nuestro grupo favorito ... esperamos el lanzamiento para estar atentos a todos los P2P disponibles (eMule, BitTorrent y variantes) ... para bajarlo! (bueno, yo también lo hago ... no mates la música, respáldala!).

En el cine:

Cuando llegamos a ir al cine, ya que ahora las películas circulan en dvd antes de que se estrenen en las salas locales (aunque sea en cam toda charcha, igual es bkn decir "ya la vi" cuando están hablando del estreno"), primero que todo, buscamos la promoción para que salga la entrada lo más barata posible. Si antes era el miércoles el día a mitad de precio, ahora la oferta se amplía a precios rebajados lunes, martes y miércoles. Además, con boletos de recarga de la tarjeta bip en el metro, con tarjeta Movistar o perteneciendo al club de socios del cine, se puede tener acceso a entradas baratas todos los días.

Una vez dentro, si no se ha contrabandeado un paquete de galletas y una botella de bebida para evitar los precios monopólicos de las cafeterías de cine, se procede a comprar la promoción más conveniente que incluya cabritas y bebida. Y claro, los granos enteros que salen en las cabritas, simplemente se tiran al suelo (si es que no se escupen jugando a hacer puntería) convirtiendo la sala en un crujidero a la salida. Si el asiento de adelante está desocupado, el chileno, cansado de tanto quehacer... pone las "patas" arriba. Y aunque diversas animaciones indican siempre que hay que apagar el celular, no falta el gil imprescindible para el exterior que lo deja prendido, y sale a contestarlo en medio de la función (y eso si es educado, que si no se queda hablando ahí mismo).

En las fiestas:

Porque el chileno es enfiestado y le gusta sacar la vuelta, cuando todavía no se aprobaba el feriado del 17 de septiembre ya se estaba pensando en proponer que el 31 de diciembre también sea feriado. Y si no es feriado, de todos modos se "trabaja" medio día, para hacer el almuerzo de la empresa correspondiente, con el "cotelé" bien abundante.


Apenas dan las 00:01 del 1 de septiembre ya están la mitad de las ventanas con adornos tricolores, y las vitrinas con chupallas y trajes de huaso (hasta en las librerías, peluquerías o clínicas veterinarias). Lo mismo en diciembre, apenas comienza el mes se llenan las calles de avisos luminosos y ramitas escarchadas (como si aquí tuviéramos nieve en navidad).

Y como la fiesta no es fiesta sin comer y tomar hasta morir, el "shileno" se gasta el sueldo, el aguinaldo y el crédito de ocasión en hacer asados, comprar litros de chicha (en los mismos negocios que son ignorados el resto del año ... yo tengo una picá re wena en Guanaco con Einstein, cerca del Santa Laura, la recomiendo absolutamente), mandar a hacer empanadas y visitar las fondas (en diciembre se gasta lo mismo, pero en cola de mono, pavo y regalos). Si es un poco más emperifollado ... se va a celebrar las fiestas patrias fuera de Chile.

Si usted cree que algunas líneas de esta descarga faltan a la verdad ... no olvide que chilenos y chilenas ¡somos chamullentos también!

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31.8.07
Señorita, ¿me da un autógrafo?
Esta frase me trajo de vuelta al planeta Tierra mientras esperaba concentradísima que el rojo del semáforo se convirtiera en verde.

"¡Chúngale!" me dije (tengo dichos peores, ¿les he contado que viví con mi abuelita? El que más me gusta es el "conchitoreado", o sea, curadillo). "Ya soy famosa y no me avisaron". Y por mi mente pasó mi imagen en vestido de gala con cara de Cecilia Bolocco y una banda atravesada que decía "Miss Bad Cave August 2007".

Es que este mes ha sido demasiado. ¡Ya estoy saltando en una pata porque es 31!

Además del asalto, los trámites para recuperar documentos, mi paranoia que me hace llegar cada día angustiada a la casa cuando me voy sola y la subida de plan arbitraria que se pegó mi isapre (¡gracias ING por subirme 0,6 UF sin preguntar!); mi orden financiero se fue al hoyo y celebré el aniversario de mi cuenta corriente con mi primer sobregiro (estoy segura de que el banco inventó ese cargo que provocó el sobregiro, nunca lo había visto en mi cartola), y para rematarla, aunque no me sacaban cartola hace dos meses, la sacaron ¡exactamente ese día!! Y como nunca, el sueldo que me pagaban el 27, 28 o 29 de cada mes, y que yo me mordía los dedos para no gastar de antemano ... me lo pagaron el 31. ¡Cuec!

Ahora entiendo por qué la gente de más edad se concentra en pasar agosto. Parece que después de cumplir los 25 (bueno ya, los 26), agosto se empeña en ponernos trabas para llegar a septiembre. Y el mes se hace eterno, con sus temperaturas bajo cero, sus escasos rayos de sol, sus 31 días.

¿Por qué en agosto los gatos lo pasan bien y uno lo pasa mal?

Debería tener el mismo efecto en nosotros, habría que concentrarse en pasar agosto por el agotamiento físico y no por el agotamiento mental ... (y de todos modos no me quejaría por el agotamiento físico).

Aunque a partir de hoy, si me piden un autógrafo, sabré que seguramente es porque mi amigo Roberto, más conocido como Don Kaos, me acaba de incluir entre sus 5 recomendados en su post del Blog Day ... éjale!

Esto de ser famosa...

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22.8.07
Histeria colectiva o estrés postraumático

Camino a San Diego con mi cartera bien apretada bajo el brazo. Siento pasos detrás mío, me apuro y me alejo mientras miro de soslayo quién mueve esos pies, para quedar un poco más tranquila. Alguien pasa corriendo al lado mío, el corazón me vuelve a quedar en la garganta. Ya no ando con audífonos por la calle, y pienso harto rato antes de ponérmelos al subirme a la micro.

Finalmente decido que la música me acompañe en este viaje. El último disco de Aleks Syntek sería el soundtrack del recorrido 201 centro-Huechuraba. Algo golpea mis pies: una botella de ... crema de whisky? individual. Me da asquito tomarla para que no suene (sí, soy re escrupulosa) así que la dejo ahí. En el siguiente paradero se me sienta un gallo al lado. Al segundo mira sus pies tras el primer golpe de la botellita. Tampoco la toma.

La micro frena y me resbalo en los poco anatómicos asientos. Como soy chica, debo afirmar los pies en el asiento de delante para no sufrir el "efecto tobogán"(me gusta sentarme en los asientos altos). Mientras la botella da bote entre mis pies y los de mi vecino, sube más gente a la micro.
Sube un hiperkinético, que apenas se acomoda en la parte "cuncuna" de la micro, toma su celular y comienza a hablar, moviéndose de lado a lado, mirando por la ventana y riendo, miranto al techo y moviendo los pies. Mientras él sigue hablando, una niña se sube corriendo y reserva dos asientos vacíos, mirando hacia atrás, donde viene su madre con -supongo- su abuela.
Llegan las dos mujeres y se sientan en ese asiento, desde donde me miran de frente. La niña se acomoda sobre el fierro frente a ellas, pero al rato se para y comienza a pasar de un lado al otro del pasillo, jugando a alcanzar las manillas que cuelgan de los tubos y sosteniéndose en el aire tomando una de cada lado.

Mientras la señora del asiento al otro lado del pasillo mira a la niñita con la misma preocupación que yo siento, el hiperkinético sigue hablando por celular. Yo sigo pendiente de las puertas que quedan abiertas más de la cuenta y de las sombras que se ven cerca de mi ventana (una vez, mientras iba durmiendo en la micro, me despertó un piedrazo dirigido desde la oscuridad hacia mi cara ... menos mal que el vidrio sólo se trizó). Me empieza a bajar el sueño ... pero no quiero dejarme vencer. Y el hiperkinético con el celular, la niñita inquieta, el asiento incómodo y la botellita en el suelo van haciendo una molesta sinfonía de micro (sí, ¿soy idiota y qué?).

Finalmente me pesca el disco de Aleks Syntek. Sus dúos siempre me han gustado (rescato la canción nº 8 del disco, "¿Quién soy?"). Trato de ignorar el resto. El hiperkinético se sienta, pero sigue hablando por celular hasta que se baja. Se baja también la abuelita de la niña, pero en vez de sentarse la niñita en el asiento vacío, lo aprovecha de plataforma para colgarse mejor, mientras su mamá ... mira por la ventana! Mejor miro por la ventana también. Mi vecino de asiento se cambia de ubicación y de pronto la botellita desaparece. Luego la comienzo a escuchar dar bote de lado a lado de la micro.
Se acerca el final de mi viaje. Llega la botellita a mis pies nuevamente. Cuando me bajo, le doy el chute final. Y Aleks Syntek me canta al oído: "Una nube sobre mí / va flotando y vuelve gris / mi vida mi destino".

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16.8.07
Pajareando...
A la salida de uno de mis tantos trámites post-asalto, en la Municipalidad de Providencia (me saqué la foto pa la licencia como a las 17 horas, luego de haber hecho otros trámites y habiendo perdido mis cosméticos esenciales ... el consuelo es que si me controlan ebria, puedo decir que no estoy ebria, que soy así! que vean mi foto ... jajaja!) ... bueno, saliendo de la Municipalidad de Providencia, tienen una exposición ornitológica ... ornito qué?????? ornitológica! No de ornitorrincos... de pajaritos!



Para relajarme un rato, entramos a mirar (andaba con mi mamá, ya he dicho que soy mamona), total la entrada es liberada ... y valió la pena, porque estaba muy linda la exposición! Primero que todo, es cerrada y temperada. Segundo, hay un tremendo Guacamayo al centro, de esos que repiten lo que dices, se ríen y hacen gracias ... hermoso!


Hacia un lado, hay puros pajaritos importados: los más bellos, lejos los australianos. Los que se llamaban Rosellas la llevaban ... también el calafate gris ... y los inseparables, que siempre me han gustado.



Al otro lado tienen muchos canarios con sus posibles mutaciones ... frizados, jaspeados, amarillos y cobrizos. Estaba mirándolos tan absorta que de repente, sin querer, al retroceder me choqué con una señora ... y no hallé nada mejor que decirle:

- Perdón ... es que estaba PAJAREANDO!

Plop!

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12.8.07
Fin de semana de mierrr ... (o la cartera maldita)
Todo comenzó el viernes temprano, cuando decidí estrenar mi cartera nueva ultra topis original colorinche de 3.990 comprada en las liquidaciones de cachureos del Omnium.

Eché lo imprescindible en ella (billetera con documentos-tarjetas bancarias-tarjetas de descuento-boletas varias, monedero, cámara digital con pilas recargables de repuesto, estuche con cargador y cable del mp4 más el pendrive del magister, estuche con mis lápices tinta gel de colores-lápices con olor-lápices regalones, libretita de apuntes, cosmetiquero con rimmel de gel-rimmel negro-delineador café-lápiz sombra ídem-juego de sombras en el tono-rubor tostado-labial café-labial terracota-labial piel-jabón higienic-cepillo de dientes-pasta mini-chapstick-encrespador, celular, tarjeta bip, multivías por si se me pierde la bip... bueno, lo imprescindible) y me dispuse a cerrarla ... damn! El cierre era mañoso. MUY mañoso. Mi papá me dijo "Cámbiala mejor..." y yo obedientemente dije "naaaa....!"

El día transcurrió tranquilo.Como todos los viernes me fui temprano de la ofi, de ahí a los masajes (hay que regalonearse no?), de ahí a dormir siesta (no me envidien) y luego a una junta con mis queridas lulús. En el intertanto, la cartera se lució. Su cierre mañoso-traicionero me molestó todo el día, en un momento incluso me dije "el cierre cagó", pues se salió y quedó a un puro lado ... y a lo más MacGyver en dos estaciones de metro y sólo con mis manitos lo puse de nuevo y logré dejar la cartera bien cerrada.

La cita era a las 19:30 en el Ruby Tuesday de Isidora. Fuimos 4, copuchamos harto, comimos "como señoritas" (zaaaaa!) y a las 21:30 estábamos listas. Llevé la cámara por las puras porque no inmortalizamos ningún momento. Verifiqué no haber quedado en nada con mi "este" y me fui no más. No era tan tarde para irme a mi hogar en Huechuraba. Había sido un día tranquilo. Hasta me había mandado mis buenas acciones: ayudé a una señora con guagua abrochándole los cordones de las zapatillas e hice parar una micro que no me servía para gente que no conocía.

Dado lo mañoso de mi cartera, decidí echarme al bolsillo los artículos "de primera necesidad", por si me traicionaba otra vez y quedaba abierta forever -arriesgando su contenido- o no la podía abrir nunca más. Celular, MP4, tarjeta bip, monedero con mi efectivo y tarjeta redcompra a la mano.

Llegué al paradero y comenzó la espera. Una micro ... no me servía. Dos, tres, cuatro, cinco. Media hora de espera. Al fin llegó una micro que me sirviera. Me subí e hice mi viaje bien relax escuchando el soundtrack de Grey's Anatomy. Me bajé cerca de las 11 pm en Vespucio, afuera del mall Plaza Norte, con mi cartera en una mano, la bolsa con compras y mi libro de usabilidad web "No me hagas pensar" en la otra, y me dispuse a hacer mi recorrido de cada noche.

Atravesé el estacionamiento del mall. No se veía gente. Doblé a la calle que comunica el mall con mi villa. A los pocos pasos algo hizo que me quitara los audífonos. Miré al suelo y vi una sombra corriendo hacia mí. "Cagué" fue lo único que pensé.

Antes de que me alcanzara, paré y me di vuelta, enfrentándolo. Era bajo -de mi porte-, moreno, robusto, de manos toscas, con un gorro y una chaqueta que sólo dejaban ver sus ojos llenos de rabia.

-¡Suelta la cartera conchetumadre!

Pero con ese segundo de ventaja que había tenido para prepararme mentalmente me envalentoné. Y no solté. Y me puse a gritar. Como desaforada.
- ¡¡¡Me están asaltaaandooooooooo!!!

Grité eso y mucho más, cosas con y sin sentido, hasta que sentí la garganta tibia, mientras seguía forcejeando. Estaba al lado del Homecenter y mi papá trabajaba esa noche. Sabía que había gente ahí dentro. Seguí gritando.

Él hizo ademán de sacar algo de su chaqueta y me enterró su puño en el costado. Vi que sólo me quería amedrentar, que no tenía nada, y seguí forcejeando, aunque él me empujaba hacia atrás. Me garabateaba y tironeaba. Nadie salía.

Seguí tirando y tirando, gritando y gritando, hasta que la cartera no dio más y quedé con las manillas en la mano, mientras el resto de mi cartera, con mis cosas, se alejaba de mí en brazos del madafaka. Corrí detrás de él, pero los tacos, los gritos y los forcejeos previos me jugaron en contra. No daba más, y lo perdí.
Me di vuelta y vi que había aparecido un guardia del mall.

- Llame a los carabineros!!!

- NO PUEDO

Quedé lela. ¡Cómo que no podía! Frustrada, dolida, cansada.
Así que el ladrón se llevó la maldita cartera. Con mi cámara. Mis documentos. Mi cosmetiquero. Los accesorios de mi mp4. Los lápices bonitos que me regaló el Álvaro pal magister. Y el guardia "no podía" llamar a los carabineros. Nadie haría nada.

Se llevó mi fin de semana de descanso, y el tiempo valioso de la semana que tendré que gastar sacando documentos de nuevo. Se llevó mi productividad, pues terminé con la mano izquierda -ahí llevaba la cartera- enyesada por lesiones en las partes blandas (un gran moretón con huevo sobre mi mano, dolor en todo el brazo). Se llevó mis rutinas, pues hacer mi camino de siempre para volver a la casa nunca será lo mismo. Se llevó mi seguridad, pues ya no podré caminar tranquila sin apretar mi cartera y mirar todo el tiempo a los lados y atrás.

Recordé mis bolsillos. Rompí el cierre tratando de sacar el celular con mis manos tiritonas. Llamé a mi papá. No podía hablar. Hasta que me salió:

-Me asaltaron. Aquí afuera. Y se llevaron mi maldita cartera.

Epílogo: Mi papá me llevó a recorrer los alrededores en el auto y no había señas del desgraciado. Fui a la comisaría a poner la denuncia, cero urgimiento, me hicieron llenar un montón de papeles y adiós. Mi papá quedó con una tincada. Cuando salió de la pega en la mañana, fue al sitio eriazo que hay cruzando la calle. Encontró los restos de mi cartera, varios de mis papeles abiertos, trajinados. El estuche de mi cámara. Un par de fotos. Mi carnet de donante. Mi libreta de apuntes. Mis ticket restaurant manchados con sangre, al igual que el exterior de mi cartera. Ojalá se haya herido con los alambres de púas oxidados que medio cierran el sitio eriazo donde arrancó con mis cosas. Ojalá lo menos que se agarre sea tétanos. Ojalá.

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