Quiero tener mi propio espacio.
Quiero poder decir que sí a todos los panoramas que me interesan y no tener que negarme porque vivo lejos o porque no tengo cómo volver.
Quiero poder disponer de lo que gano sin más preocupaciones que mi propio bienestar.
Quiero más noches como la del viernes, con mucho roce piel con piel, con carcajadas, con abrazos, con teorías locas, con proyectos y sueños.
Quiero viajar a Europa.
Quiero hacer el posgrado de mis sueños.
Quiero comenzar a ser la guionista de mi propia historia y no tener que hacer caso de las anotaciones al margen que realizan el resto de los personajes que mueven mi vida.
La independencia no se me hace sólo un deseo, ya se me está convirtiendo en una necesidad.
Pero... qué difícil es tener que renunciar a todo esto por el bienestar de otros. Sin embargo, ha sido mi opción. A ratos me arrepiento, pero a la larga me llena más que esta pequeña lista de deseos egoístas. Antes ellos sacrificaron su juventud, viajes, fiestas, bienestar, por darme a mí lo mejor. Ahora, lo mínimo es devolverles la mano un ratito... tengo sólo 24 años... ya llegará mi hora.
Al margen: Estoy planeando mis vacaciones, una semanita fuera de Santiago antes de que "se aparezca marzo" no me vendría nada de mal. Alguien tiene datos de arriendos baratos? Su cabañita para dos? Desde La Serena a Pucón... ofertas aquí.
Quiero que puedas tomar luego!
jajajajaja
Ah, y de paso que salgas con el grupo, creo que lo pasarías bien, so mañosa.
Un abrazo enorme niña :)