Primero que todo, perdón por la ausencia, pero el viaje a Apendix City ha tenido un largo retorno a la normalidad, con escalas en el poblado de Gripe con 39°, Vómitos nocturnos y Fin de la licencia, Vuelta al trabajo. Pero creo que ya he llegado de vuelta a mi lugar habitual.
Segundo, Feliz Navidad -muy atrasada- a todos mis colegas blogueros, y por supuesto, Feliz Año Nuevo. Que este 2006 esté lleno de alegrías y satisfacciones para todos.
Tercero... este post me ha rondado en la cabeza por mucho tiempo. Les cuento:
Según un sitio web de psicología (
aviso de hermana chocha: recibo material desechado por estudiantes de esta carrera, o ex estudiantes... mi hermanito del medio quiere integrarse al gremio, ya está matriculado en la PUC) llamado
Cepvi, "
Algunas personas no son capaces de tolerar la más mínima molestia, contratiempo o demora en la satisfacción de sus deseos y no soportan ningún sentimiento o circunstancia desagradable. Es decir, no toleran el hecho de sentirse frustrados".
AmyLuna, o sea yo, es SIN DUDA una de esas personas.
La noche antes de mi indeseado viaje a Apendix City fui a manejar con mi papá. Para quienes no lo sepan, tengo en el patio de mi casa un Volkswagen escarabajo 1981 registrado a mi nombre, color azul marino, con algunas fallas mecánicas, sin papeles al día, pero esencialmente andando.
El tema es que yo no tengo licencia de conducir. Hice el curso a los 17, pero otro viaje indeseado al feo poblado de Anemia Aguda por Hemorragia me impidió sacar licencia. Desde entonces, he tomado en contadas ocasiones el volante de un auto, he pisado en contadas ocasiones un acelerador, un freno, y menos aún un embriague -el último auto en el que he practicado es automático.
Y esa noche de domingo se me ocurrió salir a manejar, con dolor de guata y todo. Fue horrible. No soporto no hacer bien las cosas a la primera. No soporto que me corrijan. No soporto que las cosas no me resulten. O sea, no tolero la frustración.
Esto me pasa en todo orden de cosas. Como continúa el texto del sitio que mencioné: "La baja tolerancia a la frustración implica una sensibilidad excesiva hacia todo lo desagradable, que funciona como una lente de aumento, magnificando el lado malo de cada situación. Lo feo es espantoso, lo malo es horrible, lo molesto es insoportable".
Así, la recuperación de la operación se me ha hecho una tortura, la lenta reconciliación de mi pololeo fue una tragedia griega, no poder irme a vivir sola aún se me hace un drama y las leyes de Murphy fueron diseñadas sólo para contrariar mis planes.
¿Por qué pasa esto? No lo sé. Serán consecuencias de haber sido niña genio, por lo que todo lo estudiantil se me hacía fácil, y además consentida, por lo que todo lo que quería también me llegaba fácil. Sin embargo, ahora con la "madurez", poco a poco hay que irse adaptando a que las cosas no dependan sólo de uno y lo que uno quiere. Sin embargo, hay lecciones que cuesta aprender, como las de manejo y las de tolerancia. Al menos para mí.
Por eso, para comenzar este 2006 como corresponde... iré a tomar otro curso para conducir y sacaré mi licencia entre enero y febrero. Sí o sí.
(y si no me resulta... aprovecho de ejercitar -nuevamente- mi tolerancia a la frustración).
ehhh primero!
Sipo gemela del mal. Serás toda inteligente en el aspecto académico, pero debes asumir que el genio en el otro, soy yo :P
Tu cachai.
Jajaja, pucha... espero que te hayas mejorado. Suerte con todo monga, y te molesto -como siempre- por msn :P
Ps. Llorona mimada!! jajajaaja