Sin firmar un documento
Sin mediar un previo aviso
Sin hacer un juramento
Hemos hecho un compromiso
Desde un pub con música en vivo de Algarrobo sonaba esa canción. Lo abracé y se la canté. Él rió. Nos decidimos a entrar.
Cuando nos sentamos a la mesa y pedimos nuestro par de cervezas y una tablita para compartir, comenzó la conversación.
-Quería decirte que a partir de este fin de semana puedes decir que estamos pololeando de nuevo, las cosas van demasiado bien, estoy contigo, y ahora quiero terminar entregándome por completo a la relación.
Bueno, él dio por supuesto que yo aceptaba pololear con él... me conoce bien. Así que ya no tengo "este", tengo pololo... me había acostumbrado a decirle "este", ahora "pololo" me suena raro.
Pero... había algo que me quería decir antes.
-Me gustaría contarte algo antes, porque si vamos a empezar de nuevo, no quiero que haya secretos entre nosotros, y aunque puede no gustarte, es algo que al final debieras tomarte como un triunfo. Además que conociendo a mi ex, capaz que cuando le cuente que volvimos se pique e intente buscarte para cagar nuestra relación contándote esto, así que prefiero que lo sepas por mí.
Ahí entendí cuando se habla de reacciones, sentimientos o emociones "viscerales". El sonido de sus palabras amasaba mis tripas, las retorcía, las tironeaba, las hacía subir y bajar dentro de mi estómago; surgió una opresión en el pecho y un temblor en mis manos... me dispuse a escuchar.
Fue una historia semiterrorífica la que me contó. Una mexicana deschavetada que lo acosó, un beso furtivo, una mexicana que se puso "psycho", él huyendo por su intuición y mi recuerdo, mexicana pescándose al mejor amigo, mejor amigo escondiéndolo, mexicana provocando que amigos de hace 15 años se mandaran a la cresta, mexicana pololeando con el amigo, y mi ahora pololo convencido de que todo pasa por algo.
Este retorno tiene un gusto agridulce de entrada, con esa declaración, pero luego manda el sabor dulce. Si bien después de escuchar esa confesión me puse a llorar como una cabra chica, me pasé los mil y un rollos, la rueda de mi cabeza empezó a girar y girar buscando fechas, conversaciones, actitudes, etc... finalmente, es todo para mejor.
Él hizo lo mismo que hice yo hace varios años. Y volvió a mí, así como yo volví a él. Ahora no temo a que se pueda ir con otra a la primera. Ahora sé que él tuvo la opción, la probó y no le gustó. Además esta mexicana era la suma de todos mis temores: vivía cerca de su casa y sola, sin amarras familiares porque estaba sola en el país, hizo de todo por conquistarlo, lo invitaba a comer, le cantó, organizó carretes en su depto para que fuera, lo convirtió en punto de reunión con sus amigos, tomaba con ellos de igual a igual, etc. Sin embargo, nada de eso importó a la larga -descontando que la mina está loca- porque él optó por mí.
Y me dijo que pensaba ir a darle las gracias al amigo, por abrirle los ojos. Por hacerlo volver a confiar en esa intuición que le gritaba que no se involucrara con esta chica -al amigo le ha traído problema tras problema. Por haberlo ayudado a mirarme con otros ojos, por redescubrirme y revalorarme, y decidirse así a comenzar este largo proceso que nos ha llevado al retorno.
Por fechas, ya no me preocupo. Sacando cuentas al vuelo, esto debe coincidir con las dos primeras semanas tras la ruptura. O sea, él estaba vulnerable, y aún no empezábamos con los coqueteos y besos y cosas. Y por último, prefiero que me lo haya contado, me prueba su sinceridad conmigo y su verdadera voluntad por hacer las cosas bien.
Así que cuando caminábamos de vuelta a la casa esa noche después del pub, decidí hacer una limpieza mental, y a la vez que dejábamos atrás Algarrobo y la vista de su mar, yo iba botando mentalmente basuras de mi cabeza, basuras que pudieran enturbiar el panorama, disponiéndome a hacer lo mejor posible también y a responderle acorde a su acceso de confianza.
Al día siguiente, tendidos en la arena de guata al sol, revisábamos el tomo del horóscopo chino del 2005 correspondiente al Mono y el Gallo, nuestros signos. Nos reímos de nuestras características y del poco auspicio que hacen los chinos a nuestra relación. Pero algo me quedó grabado: a ambos nos decía que durante el año chino del Gallo, que termina ahora la próxima semana, terminaríamos con relaciones desgastadas o malsanas para llegar al verdadero amor. Y nosotros terminamos la que teníamos, y ahora comenzamos una nueva. Nuestros meses "aparte" nos hicieron crecer, madurar y entender. Ya no somos los mismos, ni nuestra relación será igual a la anterior. Será mejor, porque fue nuestra opción.
Tengo una sola consulta carito...
Al final este será tu blog personal o el otro?
:P
Pucha monga, tras haber "visto" (en realidad, leído vía msn) tus malos ratos, me alegra que ahora todo encaje y esté bien pues niña. Ahora, falta que tu gemelo del mal encuentre lo que predica freddy turbina.
Un abrazo enorme
:)