Antes de que se extrañen con las siglas extrañas que titulan este post, les explico:
WAF: Wife Acceptance factor. En Wikipedia se define como la aprobación que debe dar la mujer en una pareja estable para que se adopte finalmente una decisión, generalmente del ámbito doméstico.
SOAP: Significant Other Acceptance Parameters. Un artículo de CNET dice que es lo mismo que el término anterior pero sin la discriminación de género, o sea, la aprobación de un "otro" importante para "uno" antes de tomar una decisión.

Estos conceptos se están utilizando principalmente en lo que es compra de artículos electrónicos (claro, siempre las mujeres brujas cagándoles las compras a los niños tecnológicos, al hacerlos tomar razón con preguntas como "¿es necesario que sea tan grande?", "¿cuántas veces a la semana tienes tiempo de jugar en eso?", "¿y para qué quieres que tenga tanta potencia si no lo escucharás a ese volumen?", "yo los veo iguales", etc). Sin embargo, yo creo que son perfectamente ampliables a una gran gama de temas dentro de una relación.
Analizando un caso cercano - o sea, el mío- les puedo contar que este factor del "aceptación del otro" previo a una decisión no ha estado exento de problemas. Por ejemplo, él tuvo una relación de 4 años antes de la nuestra -que lleva 5. Y de vez en cuando esta "ex" vuelve a aparecer en el cuadro, tanto porque él busca saber de ella como porque ella aparece indeseablemente. Y ante mis reclamos de que dejara de verla o tener contacto-ya que no tienen NADA en común, no quedaron de amigos y a él ni siquiera le cae muy bien-, él me decía que a veces era como "ya, ok", pero otras veces sentía que estaba cediendo con algo de él por darme el gusto a mí... dónde establecer los límites?
Asimismo, yo soy súper "especial" para vestirme, no sólo en el asunto de las combinaciones, también me gustan los adornos y la ropa original, mientras que él es recontra convencional (sería feliz si todos los días me pusiera blusa blanca, falda negra y chalas con taco). Entonces cuando vamos a salir, yo sé que muchas cosas que me gustaría usar están "vedadas" porque él me pondrá caras, y cambio mi estilo por darle el gusto... nuevamente, dónde está el límite?
Ni qué decir de las cosas tecnológicas a las que originalmente se aplica el concepto. Cuando hacemos planes para vivir juntos "en algún futuro no determinado", siempre está la conversación de que a él le gustaría tener una pieza dedicada a todo lo "tech", con una buena tele, buen equipo, dvd, hometheater y bla bla... mientras yo sería feliz con una biblioteca grande, sillones cómodos y música suave...
Varias proyectos de compras tecnológicas de él se han "arruinado" luego de contarme y/o preguntarme, teniendo que aguantar yo después la cara de amurrado... al igual que otros proyectos de compra míos se han venido abajo luego de que él me haga notar detalles técnicos...
Recuerdo la vez que quise comprar una tele para mi casa, mi decisión se basaba en que fuera de pantalla plana, marca conocida, 20 ó 21 pulgadas y hasta 120 lucas. Él hizo que me fijara en la potencia de los parlantes, si tenía entrada o salida "por componente" (que aún no uso porque no he comprado el cablecito), la maniobrabilidad del control remoto, uf! Recuerdo haber estado como una hora en una multitienda, con un vendedor conectando un dvd como a 7 teles distintas, quedándose un rato para probar cómo sonaban, cómo se veían comparadas unas con otras... y luego la compramos por internet, jajajaja! No les explico la cara de felicidad del vendedor cuando nos fuimos sin llevar nada.
Volviendo al punto: ¿cuál será la clave en las relaciones interpersonales? ¿es tan importante ese factor de aceptación del otro? ¿hasta qué punto debemos ceder en eso? ¿hasta qué punto es bueno ceder en eso?
En el caso de mi "este", la sicóloga que lo estuvo viendo mientras estuvimos separados, le dijo que gran parte de sus rollos mentales eran porque en su familia, con tres mujeres peleadores, él se había acostumbrado a ser la pieza de encaje, a ceder en todo para evitar conflictos, lo que le había acarreado problemas de autoimagen, autoestima y aceptación...ahora poco a poco ha aprendido a hacerse valer.
En mi caso, si bien yo cedo constantemente en función de intereses ajenos, como que no dejo que eso me afecte "realmente", o al menos eso trato... en el fondo, igual al final termino haciendo lo que quiero.
Y en sus casos:
¿Qué tan importante es el WAF o el SOAP, tanto en las compras tecnológicas como en el amor?
PD: Para recordarlo, porque ya se me había olvidado. Mi "este" no tolera un lunarcito de carne que tengo en las costillas, al ladito de la axila. Y como ahí si que no cedo, el otro día hicimos una apuesta: que el día que él me diera un anillo de compromiso, yo debía dejarlo cortar mi lunar. ¿Llegará ese día alguna vez? Who knows... por ahora, mi lunar sigue ahí.
Uff tema pa largo... aveces uno se siente bien cuando la otra persona se entrega a si misma en forma correcta.
Saludos