
Tras sumar los meses de recuperación de la apendicitis, la flojera, la falta de compañía y la falta de plata, su amiga Pili y el biorritmo malo la pillaron volando bajo y obligaron a que Carola P. tuviera que desenfundar su redcompra para que su alter ego volviera al gym y recuperara algo de la creatividad y productividad perdida.
Y realmente... pucha qué tienen historias los gimnasios! Son todo un mundo aparte. Tienen sus señoras "habitué", que no viven sin hacer ejercicio. Sus profesores coquetones que se alimentan el ego con la admiración de sus alumnas. Las alumnas fanáticas que a pesar de estar ultra flacas y fibrosas, siguen machacándose con las máquinas. Y gente como yo que va al gimnasio ... hmmmm por qué voy al gimnasio? ah! para bajar el rollo regalón que salió en las fotos de la premiación del Club de Lulú y empezar mi segundo cuarto de siglo como Dios manda.

Llegamos y oh! sorpresa! La clase de "local training" -ideal para eliminar rollitos regalones, para borrar el rollito del sostén y levantar hasta el poto más caído- la sigue haciendo la misma profe por la que nos aburrimos el año pasado. Pero no fue tan malo... incluso, y aunque venga de cerca la recomendación, ni sentí que había estado tanto tiempo sin hacer ejercicio. Seguí bien la clase y no quedé con la lengua afuera (salvo los abdominales que nunca han sido mi fuerte).
Obviamente, entre el cotorreo y mi lentitud característica, me demoré como media hora en salir del camarín luego de la clase... tengo que optimizar mis tiempos o me quedaré sin pega con la que pagar el gym (15 mins anticipación+1 hora de clase+30 mins camarín+10 mins vuelta a la ofi... es harto más que mi hora 30 minutos de colación).
¿Resultado? Si trato de hundir la guata, puedo reconocer cada uno de los músculos que la componen (vía dolor, claro está). No puedo subir escaleras y me siento botaaaadaaaa... pero feliz!
Y para cerrar el día... almorcé un twister con papas fritas y luego me comí dos trozos de torta en la celebración de cumpleaños de la oficina. Así me sirve harto el gym! jajajaja!

PD: Desde el sábado soy miembro "oficial" del Club de Lulú, con chapita incluida. Además tengo mi polera de ganadora del concurso! Se pasaron chiquillas, lo pasé muy bien.
PD2: Estoy segura de que tenía que escribir algo más... pero ya no me acuerdo!!
Me carrrrgan los gimnasios...es verdad..o sea..no tengo problema en ir a mirar a las chiquillas haciendo sus ejercicios en especial cuando se ponen esos pantaloncitos de lycra...pero la onda dentro me descompone.
Un beso.-