Con esto de ser webmaster del
Club, del
Mr. Blogger, mi curso de
diseño web (
que hoy termina! y me saqué un 70 en la evaluación final :P ), mi
pega y
mis pitutos ... no me ha quedado tiempo ni para actualizar mi blog!!
Por eso, a propósito de mi visita relámpago al
Salón del Automóvil de ayer (
me encanta, esta es la tercera versión a la que voy), los entretendré un rato con mis planchas sobre ruedas (
o relacionadas con ellas). Y les anuncio al tiro que el próximo post será sobre la
Feria del Libro... tanto evento en Santiago y uno sin tiempo! (
me quedé sin poder aprovechar el día del cine, snif!).
Podemos partir por la más reciente ... cuando me tuvo que despertar el chofer del metrobus en escuela militar porque ya todo el mundo se había bajado y yo estaba raja dormida (
como vivo tan re lejos de todo, estoy acostumbrada a contar mis viajes en micro como una hora más de sueño).
Yendo un par de semanas hacia atrás, está mi plancha del taxista. Yo no soy precisamente delgadita, pero tampoco estoy hecha una vaca (al menos eso creo). Y un día de los que tuve que ir al doctor, estaba cruzando la calle en Marcoleta cuando el semáforo estaba cambiando de color, y en eso escucho una melodiosa voz de un taxista RQ (soy una dama, pero también me enojo) que dice "Apúrate po guatona!". Y yo me di vuelta y le dije "Qué te pasa feo q..." y le pegué un combo ... jajaja! Bueno, volví en mí después del shock de haber escuchado la palabra "guatona", miré a mi alrededor a ver si no había nadie más que la mereciera, y cuando caché que realmente era a mí, me di vuelta para ver al taxista desgraciado, lo miré con mi mejor cara de odio ... pero ya estaba muy lejos y no creo que me haya visto. Quedé indignada el resto del día!!
Cómo olvidar mi mayor plancha al volante ... aquel episodio que conté aquí alguna vez, pero no me leían tanto así que lo cuento de nuevo para los fans recientes.
Con mi licencia de conducir nuevecita de paquete, decidimos ir a almorzar a la Cascada de las Ánimas (un lugar precioso que queda a la chu... en el Cajón del Maipo). Mi pololo tiene un jeep con neumáticos grandotes y medio levantado, por lo que salta harto (y yo lo encuentro medio inestable) . Y de vuelta, no se le ocurrió nada mejor que yo practicara manejando su jeep.
Veníamos de lo mejor hasta que me encontré de repente con la curvita que hay al entrar a San José de Maipo viniendo de la cordillera, y una descoordinación neurona-ojo-mano-pie más la tercera mala hizo que en vez de bajar el cambio me metiera a la curva con el embriague apretado, y al virar bruscamente, el jeep se ladeó entero hacia mi lado ... juro que vi el pavimento de reojo!! No sé qué movimientos hice tratando de estabilizar el jeep, hasta que conseguí que se ladeara hacia el otro lado (ahí mi pololo sintió el pavimento) y luego que quedamos nuevamente en posición vertical atiné a tirarme a la vereda.
Aún no sé cómo un domingo de verano a las 6 de la tarde desapareció todo el tráfico, los predicadores de la esquina, los niñitos jugando y todo en un segundo ... y no choqué a nada, no atropellé a nadie ni abollé el jeep! Sólo quedamos medios molidos y adoloridos con tanto rebote. Uf!
Y finalmente el mayor chascarro de todos: haber comprado mi escarabajo, ja! (pueden leer su historia aquí). Así como update, les puedo contar que lo llevé a un taller de unos viejitos que se dedican a escarabajos y lo dejaron perfect, excepto por un detalle... le conectaron el dínamo al revés, así que cagó el sistema eléctrico ... recién estoy haciéndome el ánimo de llevarlo a un mecánico para ver ese tema y poder manejarlo de una vez. Por ahora, es un bello macetero.
Como ven, aunque me gusten los autos ... parece que yo no les gusto a ellos, snif!
ajaja bkn el herbie po...
soy muy, muy, muy feliz...