Por echarte la culpa de la desorganización y descoordinación de otros.
Después de todo, hace años que no debes andar en micro. Y si tanta gente lo debe hacer todos los días ... nunca pensaste que sería tan difícil.
Igual fue un riesgo convertirse en la imagen de un plan como el Transantiago. No creo que lo hayas hecho por plata (¿o quizás sí?). Pero ... ¡gran tete en el que te metiste!
De todos modos, yo quería pedirte disculpas. No puedo negar que también me acordé de ti y tu madre mientras intentaba mantenerme de pie, respirando y con las lámparas enteras en la micro repleta que tomé el sábado. Incluso un diario recomendó leer mi experiencia (no pongo link porque El Mercurio guarda historial sólo por pocos días, ja!). Pero el lunes viví algo absolutamente diferente.
Me desperté con las noticias. Vi caos en muchas calles de Santiago. Y tuve miedo ... a lo desconocido, como gran parte de los santiaguinos debieron haber sentido esa mañana.
Pero nada. Aunque salí absolutamente resignada y predispuesta a las esperas, apretujones, gritos y caminatas forzadas ... a poco andar me pilló el recorrido local, casi vacío. Cruzó rápidamente la pista de rally de mi comuna ... perdón! las calles llenas de hoyos que nuestra querida alcaldesa Carolina Plaza no ve por andar organizando celebraciones del 14 de febrero o andar clausurando aparcamientos de buses cuando la gente más los necesita ... (tomo aire después de tamaña descarga... y prosigo) hasta que llegué a Vespucio.
Me bajé en el paradero indicado, caminé nada hacia el otro paradero que necesitaba ... tras un par de semáforos, llegó el primer bus. Cuando me iba a subir, el chofer me dijo que iban en panne ... todos hacia abajo. En mi mente sonó ese "cuec" de mala señal ... pero después de otro par de semáforos pasó otro bus, sin problemas mecánicos, en el que cupimos holgadamente los pasajeros que se habían bajado del anterior y los que estábamos en el paradero.
Al poco rato me pude sentar, tomé mi mp4 y los audífonos, y mientras una melodía que no recuerdo inundaba mi cabeza, pensaba ... ¿y éste era el caos del que tanto se hablaba?
Llegué a Escuela Militar rápidamente. Caminé mi par de cuadras a la oficina y llegué incluso antes de lo habitual. ¿Nada mal para un debut no?
Y pensé en pedirle disculpas a Bam Bam. Pero no me di el tiempo para escribir. En la tarde, se me quitaron las ganas cuando leí el caos que había en Escuela Militar. Para volver a mi casa, recurrí a mi propio "Tran-SJ-del-pololo" ...
Hoy en la mañana de nuevo tuve suerte. Veremos a la vuelta. Pero quise escribir al tiro porque cuando piensas en pedirle disculpas a Iván Zamorano, suceden los hechos más desafortunados y desagradables mientras no cumples ... ¡es peor que hacer una manda!
Como ejemplo:
- A las pocas horas de pensar en la disculpa y no escribirla ... SE ME CORTÓ LA HUINSHA'E LA SHALA!, trágico acontecimiento femenino que nunca había tenido la "suerte" de experimentar. Más encima, las "shalas" en cuestión no eran ni viejas ni baratas. Damn! Cero glamour andar en la oficina con las hawaianas con que me ducho en el gym.
- Al ir a almorzar, el surtido se había terminado y me vi obligada a comer ensalada mexicana con macedonia ... elaborada el 9 de febrero (ayer era 12 ... y eso que comí en el Fres&Co, ¡fresco las pinzas!). ¿Resultado? Revivió mi antigua amistad con el WC.
- Cuando venía en la micro esta mañana, a mi compañera de asiento no se le ocurrió nada mejor que SACARSE LOS BIGOTES EN BRAILLE. ¿Por qué en Braille? Porque ni siquiera usaba un espejito, sino que se palpaba los cañones, y aplicaba pinza ... yo tengo la mala costumbre de dormir en la micro, pero eso no molesta a nadie (mientras no babee, hable, salte o relaje las tripas en ese trance) ... pero sacarse los bigotes ya lo encuentro una rotería, es como cortarse las uñas ... puaj! (yo ni siquiera soy capaz de encresparme las pestañas en la micro, aunque hay gente que las convierte en salón de belleza).
Con tamaña cadena de acontecimientos, decidí apurar el trámite.
Así que... disculpa Iván! La culpa no es tuya... es de la gente, del temor al cambio, de las autoridades descoordinadas, de las autoridades tontas (como mi alcaldesa) ... pero tú sólo eres un chivo expiatorio.
Espero no arrepentirme de esto en el viaje de vuelta a mi casa.
Etiquetas: transantiago
Jajajajja...todavía me estoy riendo con la tipa que te tocó en la micro... es que nadie puede depilarse las cejas así por la vida!
Qué viene después? dinámica con cera sobre las piernas? :S
Lo del transantiago, para ser franca me dejó bien, tengo más micros al metro y pasan practicamente al lado de mi casa, con eso ya me doy por satisfecha. Lo triste es que no todos salieron favorecidos, al menos en el corto plazo.
Abrazos!