Me pareció nada más ad-hoc la canción que estoy escuchando en este momento para comenzar a escribir este post.
Somebody save me! (sí, la canción de Smalville) ... de la rutina, del exceso de pega, de mi vocación por mantenerme ocupada las 24 horas del día siendo periodista, webmaster, matutera, artesana, hija, polola, semi-jefa, amiga y por último, bloguera ...
El viernes me dije "uy, tengo tan botadito mi blog", y aprovechando un lapsus de pega, abrí blogger, me metí a mi cuenta, y cuando llevaba un par de párrafos de inspiración, paf! ... se cortó la luz!
"Es una señal" ... me dije
(...una señal de que la administración del edificio en que trabajo es como las we... porque al ratito se empezaron a incendiar los generadores, ofreciéndome un espectáculo pirotécnico personalizado)
Así que héme aquí, comprometiéndome por quincuagésima vez a ser más regular, a visitar a quienes me visitan, y bueno, deleitarlos con mis textos y esas cosas (ja!)
Eso ... no puedo negar que la máquina me come, y a veces digo "no va más" ... pero el bichito sigue ahí, y no puedo decir "cerraré el blog" si sé que al día siguiente estaré nuevamente leyendo algo y pensando "está bueno para el blog", moriré de ganas de liberar alguna inspiración loca en el teclado para todos ustedes y etc ... es más honesto de mi parte decir "aún sigo aquí, seguiré intentándolo ... a pesar de todo!".
Muchas gracias a los fieles de siempre.
(me siento toda una política: "cyberconciudadanos ... les prometo que en este nuevo período las actualizaciones funcionarán, sus comentarios serán respondidos, sus visitas serán devueltas..." pero, es lo que hay!)