29.5.06
Actores Secundarios
No, no me sumo a la ola de blogs que hablan sobre el revolucionario movimiento estudiantil del que estamos siendo testigos actualmente (y que tiene a mi hermano más chico -alumno del Instituto Nacional- sin clases por más de una semana ya).

A una semana de llegar al cuarto de siglo, tengo ganas de mostrarles un aspecto más o menos oculto de mi persona, y dedicarle un pequeño espacio a unas criaturas que juegan un papel secundario, pero no menos importante en mi vida: las mascotas (no soy sólo una cara bonita, ven? jajaja!).

Sobre todo porque a medida que crezco, entiendo cada vez menos la crueldad y sangre fría que muchos manifiestan por estas pobres criaturas.

Por eso, elegí para mostrarles tres de las mascotas de mi casa, que han llegado a mi familia sólo para salvarlas del daño ajeno (donde caben dos caben tres, el corazón es grande, etc... y luego andamos apurados comprando comida de perros y gatos al por mayor! Doy fe de que comer Don Cucho y Cubi Dog no ha matado a ningún animal, no desconfíen del más barato jajajaa!) ... pero que se han convertido en parte importante de nuestra familia.

Primero, el "Gato" (sí, así se llama, y qué?).

Estaba un día en mi antigua oficina, que quedaba a la vuelta de la casa de mi pololo, cuando recibo una petición suya: se había ido una familia de su edificio, dejando a un gato chico botado, el que rondaba maullando lastimeramente por todos los pisos, y tenía amenaza de expulsión de los conserjes. Como él ya tenía una gata, no podía hacerse cargo de otro. Así que ahí empecé a mandar mails a todos mis conocidos con fotos del animalito en cuestión, a ver si saltaba un alma caritativa. Aparte de palabras de buena voluntad, no recibí ninguna respuesta concreta.

Llamé a mi casa (auspiciada por San Francisco de Asis) y la historia del gato conmovió a mi familia. Por eso, me dijeron que lo llevara mientras le encontrábamos un hogar (un mientras que dura hasta hoy, jajajaa! ... por eso no le pusimos nombre, para no encariñarnos, y al final quedó de "Gato" para siempre). Pero esa misma tarde, cuando lo fuimos a buscar, no lo encontramos en el piso de mi pololo (donde le habían acomodado agua y comida y un chal) ... entonces escuchamos un escándalo en el piso de arriba, ladridos, carreras, chillidos de vieja, un escobazo... y vimos al gato volar por la escalera y caer aturdido a nuestros pies, con su nariz sangrando.

Ni qué decir de la sarta de garabatos que le fue a echar mi heroico "este" a la viejuja, que murmullaba alguna defensa a su cagá de perro feo. Yo tomé al gatito, que estuvo hartas horas medio groggy, y lo traje a mi casa. Hasta el día de hoy le quedó el perfil romano de recuerdo. Claro que de debilidad no le queda nada: hoy es un gato tremendo y choro, con caminada de pantera, algunas cicatrices de guerra ganadas durante el establecimiento de su dominio en mi villa, y varios gatitos manchados circulando por aquí que perpetuarán su legado. El regalón de la casa.

Ahora, la causante de este post, la "Negra" (sí, somos súper originales para nombrar animales).

Esta gatita llegó a mi casa astutamente y por casualidad. Venía bien cuidada y no era para nada hosca, por lo que pensamos que era de otra casa y venía sólo de visita (cosa habitual viviendo en un pasaje chico, y por eso tampoco nos esforzamos en ponerle nombre). Luego nos dimos cuenta que pasaba el 90% del tiempo en nuestra casa. Y camino al supermercado, un día vimos una camada de gatos más o menos del porte de la "Negra", con varios negros, otros manchados, etc. Por lo tanto, cachamos que la gatita había cruzado una calle muy transitada por micros y había recorrido su trecho de villa para llegar hasta nuestro pasaje y nuestra casa.

Los vecinos la co-adoptaron (yo creo que la querían para ellos pero se rindieron). Lo malo fue que en su esfuerzo por apropiársela, la esterilizaron muy chiquitita. Y ha crecido súper lento...

Esta gatita es un amor, y es muy inteligente. Por eso mismo nos dio mucha lata que anoche llegara a mi casa cojeando. La tomamos para verle sus patitas, y reaccionó con dolor en una pata delantera, otra trasera y en las costillas. Además, andaba muy asustona, alguien movió una bolsa en el living y ella corrió a esconderse bajo la mesa. Conclusión: alguien le debe haber pegado. ¿Por qué? Sólo Dios sabrá (y castigará, espero).

Y por último... el Huaipe!

Este perrito llegó a mi casa muy esotéricamente. Parece que tenemos fama de casa de acogida animal, porque de cuando en cuando nos dejan cachorritos en el antejardín, los que ya hemos optado por llevarlos al veterinario de mi villa para que los desparasite y regale. Pero la llegada de éste fue especial.

Esa mañana, mis papás despertaron con unos ruidos de pájaro extraños. Se asoman, y había una cacatúa blanca con cresta amarilla parada fuera de mi reja! (se me olvidó rescatar la foto, después la pongo). Y cuando estaban mirando a este pajarraco y buscando la cámara para inmortalizarlo, se escuchan unos aullidos de cachorro. Y dando vuelta la esquina venía apenas caminando esta cosita.

Apenas mis papás pusieron atención al perro, el pájaro voló a perderse. Como nunca mi papá, que es el más reacio a los animales (él paga su comida jajaja!) le puso un plato de leche. Así que mi mamá dio por hecha su adopción y lo tomó para revisarlo y limpiarlo.

El perro venía en los huesos, y las garrapatas lo traían en andas. Mi mamá no se la pudo, y hubo que llevarlo al veterinario para que lo limpiaran y revisaran. El doc dijo que el perro tenía menos de un mes de vida, y estaba con un grado de desnutrición severo. Además, los parásitos le habían provocado tal anemia que tenía hasta la lengua blanca. Dijo que de no ser por nosotros, el perro no habría vivido un día más.

A la vez, al otro día al veterinario le llevaron otro perro igual al nuestro, que habían encontrado cerca de la casa. Al parecer, habían abandonado a ambos cachorritos cerca de las 7 am de una mañana de invierno... qué crueldad.

Y aunque pintaba para chico, ahora es un perro grande y molestoso, que parece de esos terrier barbudos con cara de perro viejo... y se ríe!!

La única mascota voluntariamente adoptada es mi Perli, que me regaló mi niño cuando llevábamos como un año de pololeo y yo moría de pena por haber tenido que llevar a sacrificar al perro de mis abuelos, que vivió como 20 años.

Y a ustedes... les gustan los animales? Han tenido alguna mascota que marcara su vida?


24.5.06
Un respiro...
Me cautivó la visión del atardecer allá afuera. Y como está la tarde tan linda, los vientos de lluvia se acercan y el smog que cubre nuestra ciudad pronto se difuminará (al menos por unos días) ... decidí darme un respiro.

Es increíble como nuestros quehaceres nos consumen. Vivimos preocupados de "hacer", de nuestras pegas, de nuestras parejas, de nuestros amigos. Y a veces darse un espacio a uno mismo, como es para mí escribir este blog, cuesta un mundo.

Me di cuenta que puedo contar meses desde la última vez que recuerdo que me pinté las uñas. Sólo media hora necesito para hacerme ese cariñito... y no he sido capaz de dármela.

Me di cuenta que opté por la depilación con cera porque implica un "hacer" que me es más cómodo. Ir a la peluquería, tirarse en la camilla, exponerse a la tortura caliente, pagar e irse. Ya no me doy esos "domingos para mí" en los que me levantaba temprano, me duchaba, me aplicaba un masaje de henna en el pelo, y cuidaba cada detallito de mi apariencia. Creo que también puedo contar al menos un par de meses desde la última vez que lo hice.

Me di cuenta de que me sobra tiempo en la pega y me falta tiempo para mí. Ayer tenía el concierto de un amigo a beneficio del proyecto de sus sueños, y no fui capaz de ir. Estaba agotada, y me vi pensando en cuán cómodas serían las sillas del lugar como para dormirme el concierto. Patético.

Me di cuenta que cada día me duermo más profundo en esa hora que demora la micro entre mi casa y el trabajo, entre el trabajo y la casa (redondeando distancias). Ya tomé la hora de trayecto como una hora adicional de sueño. Y aunque hace poco me compré (pirateado) el libro "Masones y Templarios", de un tema que me encanta, el libro ha paseado todos estos días en mi cartera y poco avanzo en su lectura. Pensar que el Código Da Vinci lo leí en unas horas...

Pienso en la lluvia que se avecina y recuerdo aquellas tardes de estudiante ociosa, en que me gustaba pasear por el medio del Paseo Ahumada cuando llovía, disfrutando la amplitud mientras la gente se agolpaba bajo los techos de las tiendas y chocaba sus paraguas...

(Siempre he odiado los paraguas).

De todos modos, no me puedo quejar por mi cansancio.

Me gusta haber reemplazado los domingos de cuidado personal en solitario, por desayunos en la cama y ver TV cable abrazadita de la persona que amo. Esas horas en pareja son mucho más valiosas (sobre todo si dice que le da lo mismo dormir con un osito de peluche invernal).

Me gusta perder horas de sueño por darme el gusto de ver mi serie favorita en TV abierta (no tengo cable en mi casa) : CSI. Menos mal que ahora la darán más temprano, en todo caso.

Me gusta que las horas extra en la pega se hayan visto recompensadas ($$$), y que la abogada más seca del estudio haya apreciado mi trabajo y haya venido personalmente a felicitarme.

Me gusta pensar que mi mamá crea que merezco ser millonaria y haya llamado a Canal 13 por mí. Más me gusta que de Canal 13 la hayan pescado, me hayan contactado, y haber pasado su prueba de selección. Tengo de aquí a octubre para ver si tengo la posibilidad de "darle el palo al gato" (siempre y cuando pueda modular en público, como me alegó mi gemelo del mal).


Me gusta requeterecontra cansarme por cumplir mi objetivo de ir al gym todos los días, para así cumplir los 25 con una apariencia algo más digna.

Me gusta pensar que en un par de semanas llegaré al cuarto de siglo, probablemente sin cumplir muchas de las metas que me había propuesto para esta edad, pero también mucho mejor de lo que -siendo realista- hubiera esperado. Y doy gracias por eso.

PD: Perdón a los que no están acostumbrados a posts míos "personalistas", pero a veces es necesario.

La foto del atardecer la saqué del sitio de la Embajada de Chile en Noruega.


19.5.06
Más vicios: compra compulsiva
Esto es un vicio, mala costumbre o adicción bastante más común que mi tricotilomanía.

A propósito de que hace poco varias "lulúes" sucumbimos al consumismo frente a una oferta a la distancia (y ahora andaremos "olorositas" por bastante tiempo, jajaja!), quedé pensando ... ¿cuál será el límite entre considerarse simplemente tentada o ser una compradora compulsiva hecha y derecha?

Según un artículo que salió hace poco en Terra, el psiquiatra León Cohen explica que...


"La idea y/o conducta de comprar tiene el carácter de compulsivo cuando se le impone al sujeto de una manera relativamente irrefrenable, de forma tal que el no hacerla le suscita un estado de ansiedad que a veces no logra ser tolerable".

Según ... adivinen ... Consumer.es!:


"Sentimientos de tristeza, rabia, incomprensión, desatención y soledad, encuentran su vía de escape en la compra de artículos muchas veces no necesarios que nos aportan satisfacción en el momento de su adquisición".

Este es -sin duda- un mal de la sociedad moderna. Apuesto que los hombres y mujeres de las cavernas no se satisfacían saliendo a sacar hartas lechugas y frutas. En cambio ahora, que la sociedad valora a las personas por lo que tienen y no por lo que son, salir a comprar y atiborrarse de cosas es una forma de aplacar frustraciones y subir el estatus.

Entre las causas, Consumer consigna las siguientes:

"La impulsividad y la ansiedad caracterizan la compulsión, que responde a una insatisfacción vital intensa, a la carencia de alicientes o estímulos en nuestra rutina diaria, a la ausencia de actitud crítica y a un alto grado de credulidad y vulnerabilidad ante una publicidad comercial que identifica felicidad, seguridad en uno mismo y bienestar emocional con consumo. Intervienen también otros factores, como el deseo de estimulación social o interés por los lugares donde se congregan muchas personas (el centro comercial o las tiendas), y la inseguridad respecto al propio atractivo físico. La desvalorización y déficit de la autoestima también pueden estar detrás de este consumo irracional".

Haciendo un poco de historia, las primeras manifestaciones de las compras compulsivas se dieron en los años 20, pero recién en los 80 se convierten en una enfermedad social. Los jóvenes son considerados el grupo más vulnerable. Y aunque no lo crean, no está muy claro que las más afectadas seamos las mujeres. Los hombres gastan por el estatus social y buscan productos que aumenten su prestigio: autos, propiedades, tecnología. Las mujeres nos vamos por los artículos personales (ropa, cremas, maquillaje, perfumes, joyas) y cosas para el hogar.

¿Soy un/una comprador/a compulsiva?

La compulsión revela adicción. Y según la psicología, para que una conducta se considere adicción debe cumplir tres factores:

-Tolerancia: Necesidad de consumir cada vez más para lograr la emoción.
-Síndrome de abstinencia: Sentir la necesidad de la conducta cuando ésta no se realiza.
-Pérdida del control: Incapacidad de frenar el consumo.

Además, la compra compulsiva es un trastorno del control de los impulsos, como la cleptomanía o la piromanía.

Algunos datos como para autoevaluarse (y preocuparse si corresponde):

-Cuando nos sentimos tristes, deprimidos o enojados, lo único que nos calma es ir de compras.
-Compramos con frecuencia cosas poco útiles, que después nos arrepentimos de haber adquirido.
-Tenemos la casa llena de artículos que no hemos usado y que nos resultan inservibles.
-Nos precipitamos a la hora de comprar, porque no podemos controlar nuestros impulsos.
-Del entorno familiar y de amigos nos llegan mensajes críticos con nuestra desmedida afición a comprar.
-Aunque hayamos comprado muchas cosas o hayamos gastado mucho, nos sentimos insatisfechos cuando reflexionamos en casa sobre los objetos adquiridos.
-Vemos que se nos va el dinero sin darnos cuenta, y a menudo estamos irritados por haber gastado el dinero tontamente.
-Cuando vemos algo que nos gusta, no paramos hasta comprarlo.
-Adquirimos productos “milagro” que intuimos o sabemos inútiles.
-Cuando recibimos el extracto de la tarjeta de crédito, nos sorprende el monto de las cuentas y la cantidad de compras que hemos hecho.
-Nuestro tiempo libre lo dedicamos preferentemente al vitrineo.

Chuta, parece que soy comprador compulsivo ¿qué hago?

-Piensa qué quieres, qué te pasa, cómo te encuentras y busca qué alternativa existe, distinta de la de ir de compras. Recupera algún viejo hobbie o busca uno nuevo, y cultiva las amistades.
-Habla de tu problema con personas de su entorno o con aquellas que lo hayan superado.
-Antes de salir de compras, redacta una lista con el propósito firme de no salirse de ella. Cada nuevo producto debe tener su propia justificación.
-Compra con dinero en efectivo y deja la tarjeta de crédito en la casa.
-Antes de comprar algo, piensa en el uso que le vas a dar y si no la tiene, desiste.
-Revisa semanalmente tus gastos y en qué se han producido.
-Subraya en rojo los gastos inútiles o poco justificados.
-Si algo te gusta, no lo compres de inmediato, espera unos días, coméntalo con alguien y luego decide.
-Si estás convencido/a de que no puedes superar tu adicción o has fracasado en varios intentos, anda al psicólogo.
-No es fácil controlar estos impulsos, pero recuerda que cada vez que controlamos impulsos irracionales que nos perjudican y los vencemos, hemos conseguido una victoria que nos hace más libres. Las adicciones nada tienen de bueno y cuando las vencemos a base de inteligencia, voluntad y esfuerzo, reafirmamos nuestra personalidad y mejoramos nuestro equilibrio emocional y calidad de vida.

Luego de este testamento, me di cuenta de que ... ¡no soy compradora compulsiva! Me gusta vitrinear, me gusta comprar ropa y otras cosas, pero me gusta comprar barato, busco datos y picadas. Además, me di cuenta hace un par de meses que cuando llego a ir a comprar algo, gasto la mitad en cosas para mi familia y el resto en mí... pero de ninguna forma lo siento como una satisfacción personal ni me urjo pensando en las compras del fin de semana. O sea, claro, soy tentada... ¡pero nunca al nivel de enfermedad!

¿Y ustedes? ¿Cómo se relacionan con el consumo?


14.5.06
Renovación y confesión
Como ven, he cambiado el rostro de mi blog, adaptándolo a los fríos reinantes ... espero les guste!!

Ahora, el tema que tenía pensado hace tiempo

Les confieso que tengo una obsesión: soy tricotilomaníaca

(Apuesto que muchos de ustedes pensaron "tricoti... qué????")

Según mi sitio médico favorito, Medline Plus (el sitio en español de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. y de los Institutos Nacionales de Salud), la tricotilomanía se define así:

"Es la pérdida de cabello causada por tirar y torcer del mismo de forma compulsiva hasta romperlo. El cabello puede perderse por parches redondos o de forma difusa a lo largo del cuero cabelludo, causando el efecto de apariencia desigual. Esto se puede presentar en otras áreas con cabello como las cejas, las pestañas o el vello corporal".


Bueno, yo me tiro el cabello no más. Comencé como a los 17, cuando iba en cuarto medio, en un año de gran estrés para mí (accidentes y enfermedades largas de mi papá y mi mamá, ser apoderada de mis hermanos chicos, llevar la casa, prepararme para la PAA, etc etc). Mi partidura llegó a ser como de un dedo de ancho, y parecía punky porque el pelo nuevo que crecía se veía cortito y hacia arriba...

Desde entonces, nunca se me ha quitado. Claro que la vanidad me llevó a cambiar los hábitos: ya no me tiro los pelos de la parte superior de la cabeza, si no que me tomo los de la nuca. Sobre los corporales, soy medio maniática pero recurro a métodos civilizados como la depilación, no me los saco "a mano". Pero mi pololo sufre mi manía: apenas descubro un pelito fuera de lugar -sobre todo en su espalda, porque el este no es peludo-, o una afeitada dispareja, me obsesiono hasta que le saco el pelo o se arregla la afeitada.

Nuevamente según mi sitio favorito, los síntomas de la tricotilomanía son:

-Halar, tirar o retorcer constante del cabello
-Aumento de la tensión antes de halarse el cabello
-Sensación de alivio, placer o gratificación después de halarse el cabello
-Halarse el cabello lleva a tener una apariencia desigual
-Parches descubiertos o pérdida del cabello difusa
-Cabello que vuelve a crecer en áreas descubiertas se siente como cerdas
-Algunos individuos pueden presentar obstrucción intestinal cuando se comen el cabello que arrancan
-Se pueden presentar otros comportamientos de autoagresión
-Las personas que sufren este trastorno a menudo niegan que se halen el cabello

Aparte de lo estético y lo social, no es algo muy dañino, salvo que les dé por la tricotilofagia, que es... ¡¡comerse el pelo!! (pero yo todavía no estoy tan loca, don't worry).

Según otro de mis sitios favoritos, Consumer.es, 4 de cada 100 personas se ven afectadas por este trastorno sicológico, relacionado con cuadros de estrés o cambios hormonales. Afecta mayoritariamente a las mujeres. Aquí un doctor dice que en el 10% de los casos, se relaciona con un Trastorno Obsesivo Compulsivo, y que es un impulso casi irracional de sacarse el pelo que angustia al paciente.

Desde la experiencia, les puedo decir que es un impulso casi incontrolable e inconsciente. Muchas veces me doy cuenta que me estoy tirando el pelo cuando ya me duele el casco, o cuando mi mamá o mi pololo me sujetan la mano. Cuando intento conscientemente no hacerlo, la ansiedad crece y dan más ganas de hacerlo. Creo que puedo decir que he perdido horas cortándome puntas partidas o tocando pelos con textura diferente, que termino sacando y analizando. Y como dice en los síntomas, el pelo que uno se saca, crece distinto, feo, entonces es un círculo vicioso.

La semana pasada me di cuenta que mi dedo pulgar estaba desarrollando una dureza. Y que el pelo de mi nuca estaba horrible. Así que llegué a mi casa y le dije a mi mamá: corta hasta aquí. Y ahora que no tengo ese pelo y que me he hecho consciente de que no es sólo una fea maña, si no un problema, he intentado controlarlo. Me miro al espejo y no me gusta ver esos pelitos "punky" en mi partidura, y cada vez que me empiezo a tirar el pelo pienso en eso y saco la mano. Sé que probablemente mi problema vaya por lo nervioso, así que ya no me complico de más.

Tuve una buena noticia en mi trabajo, que me motiva a hacer las cosas mejor. Y esta semana, aunque quería postear, no tenía el tiempo, y preferí no presionarme de más y hacerlo sólo cuando pudiera, y hacerlo bien. Esto sólo como ejemplo, aplicable tanto desde los blogs al resto de mi vida. Así que mi trabajo atrasado... para mañana. Todo a su tiempo y en su lugar.
12.5.06
A propósito del día de la madre
¿Sabían que el día de la madre es la segunda fecha en la que el comercio más gana, o en la que más gastamos, que viene a ser lo mismo? (La primera es, obviamente, Navidad).

Aunque existe una conciencia más menos generalizada de que es una fecha más que todo publicitaria, el otro día en Terra salió un artículo sobre los orígenes de esta fecha.

Según esto, Ana Jarvis -gringa tenía que ser- empezó en 1907 a armar un movimiento para que el segundo domingo de mayo fuera el día para honrar a las madres, ya que ella había perdido a la suya cerca de esa fecha. En 1914 se proclamó oficialmente este día como el Día de la Madre.

Mientras junto el tiempo para escribir un post que tengo en mente hace tiempo, les doy un dato:

-Buena idea



Levantarse a preparar y servir el desayuno para mamá





-Mala idea





Llegar a casa a la hora del desayuno de mamá





Usted... no lo haga!

Aunque sea una fecha inventada, aprovechémosla para regalonear a nuestras madres, que harto hacen por nosotros ... nunca se sabe qué puede pasar.

PD: Esto es sólo un "bocadillo"... como dijo sabiamente Peter Parker en Spiderman, "Un gran poder acarrea grandes responsabilidades" ... y mi poder de convencimiento me trajo beneficios en la oficina y no quiero descuidar mi pega ahora.
8.5.06
The Gym's World
Este lunes AmyLuna volvió a las pistas... bueno, al entablado.

Tras sumar los meses de recuperación de la apendicitis, la flojera, la falta de compañía y la falta de plata, su amiga Pili y el biorritmo malo la pillaron volando bajo y obligaron a que Carola P. tuviera que desenfundar su redcompra para que su alter ego volviera al gym y recuperara algo de la creatividad y productividad perdida.

Y realmente... pucha qué tienen historias los gimnasios! Son todo un mundo aparte. Tienen sus señoras "habitué", que no viven sin hacer ejercicio. Sus profesores coquetones que se alimentan el ego con la admiración de sus alumnas. Las alumnas fanáticas que a pesar de estar ultra flacas y fibrosas, siguen machacándose con las máquinas. Y gente como yo que va al gimnasio ... hmmmm por qué voy al gimnasio? ah! para bajar el rollo regalón que salió en las fotos de la premiación del Club de Lulú y empezar mi segundo cuarto de siglo como Dios manda.

El regreso al gym fue bastante digno. Bueno, salvo que entrando fuimos a pedir las llaves como estábamos acostumbradas, y nos enteramos recién ahí que habían cambiado el sistema y ahora hay que tener candado propio... buuu tuvimos que andar con el bolso a cuestas. Llegamos al camarín y como recién había terminado spinning, estaba todo lleno. Nos tuvimos que cambiar ropa paradas -algo nada cómodo- y partir volando a la clase (del camarín del segundo piso a la sala del subterráneo). Obviamente, 15 mins atrasadas jajaja!

Llegamos y oh! sorpresa! La clase de "local training" -ideal para eliminar rollitos regalones, para borrar el rollito del sostén y levantar hasta el poto más caído- la sigue haciendo la misma profe por la que nos aburrimos el año pasado. Pero no fue tan malo... incluso, y aunque venga de cerca la recomendación, ni sentí que había estado tanto tiempo sin hacer ejercicio. Seguí bien la clase y no quedé con la lengua afuera (salvo los abdominales que nunca han sido mi fuerte).

Obviamente, entre el cotorreo y mi lentitud característica, me demoré como media hora en salir del camarín luego de la clase... tengo que optimizar mis tiempos o me quedaré sin pega con la que pagar el gym (15 mins anticipación+1 hora de clase+30 mins camarín+10 mins vuelta a la ofi... es harto más que mi hora 30 minutos de colación).

¿Resultado? Si trato de hundir la guata, puedo reconocer cada uno de los músculos que la componen (vía dolor, claro está). No puedo subir escaleras y me siento botaaaadaaaa... pero feliz!

Y para cerrar el día... almorcé un twister con papas fritas y luego me comí dos trozos de torta en la celebración de cumpleaños de la oficina. Así me sirve harto el gym! jajajaja!

El próximo desafío... aerobox. Ahí les cuento cómo me va!

PD: Desde el sábado soy miembro "oficial" del Club de Lulú, con chapita incluida. Además tengo mi polera de ganadora del concurso! Se pasaron chiquillas, lo pasé muy bien.

PD2: Estoy segura de que tenía que escribir algo más... pero ya no me acuerdo!!

4.5.06
Neuronas catatónicas
Para variar voy a comenzar este post con disculpas, pero de verdad me da mucha lata no poder postear con la regularidad que quisiera, ni visitarlos y comentarlos siempre a todos como me gustaría... pero les juro que después del fantástico fin de semana largo en la playa, cuando volví a Santiago yo sabía que algo se me había quedado... eran mis neuronas!!

Yo creo que recién hoy se juntaron conmigo nuevamente en Santiago. Por lo tanto, en mi pega he vegetado horas frente al pc, con índices de productividad mínimos... ni qué decir de la creatividad. Sumémosle a eso mis eternos pendientes de la pega... todo mal!

Busqué una explicación, y creo que la hallé en el biorritmo (conozca el suyo aquí). Por eso también puedo explicar la extraña decisión de mi gemelo del mal de cerrar su blog ... damn it! Quizás también lo hubiera hecho, pero como soy la gemela del bien, siento que tengo el deber de cumplir y soy más sacrificada para mis cosas... y aquí estamos!

Así que recurriré a un salvavidas... un meme que me habían tirado (hace como un mes jojojo) y que debía... vamos con el meme de Elías!

1.- ¿Lo primero que hago al levantarme?: Hmmm... luego de haberle dado bastantes manotazos a la radio reloj de mi cabecera (tengo cama alta, entonces en vez de velador, tengo cabecera) y hacerme la sorda con la tele transmitiendo "En Boca de todos" a volumen 90... deseo tener una vida glamorosa que me permita dormir hasta las 12 y ganar plata igual, me bajo de la cama refunfuñando y esperando que la silla con ruedas no se me corra, voy a bajar la tele, prender luces, prender el calefont, agarrar mis toallas y me recluyo en el baño para salir convertida en algo más o menos decente.

2.- ¿Defecto femenino intolerable?: Qué difícil! Lo que he visto en ambientes con mayoría de mujeres y que me carga, es lo chaqueteras y cahuineras que podemos llegar a ser... comentar cosas de alguien a sus espaldas y luego sonreírles y conversar con él/ella como si nada.

3.-¿Defecto masculino intolerable?: No saber reconocer las cosas que hay que tomar en serio... a veces su falta de empatía los hace mandarse desatinadas heavys.

4.-¿Peor canción que he escuchado?: "Hoy es noche de sexo" (léase con voz calentona) ... es que nadie puede ser tan ordinariamente explícito! Incluso me parece que la canción tiene como mala calidad de sonido, es muy indecente!

5.-¿Mi domingo perfecto?: Amanecer con mi niño luego de haber salido a algún lado la noche anterior, regalonear, ver tele, y partir a realizar cualquier panorama ñoño... almorzar por ahí, ir fuera de Santiago, ir a pasear por el persa, etc. O quizás panoramas similares pero en familia (llámese papás y hermanos).

6.-¿Frase que no quiero escuchar?: "Quiero que terminemos" ... no sé si la aguantaría una segunda vez... "Creemos que ya no te necesitamos en la oficina" ... uf me cago! y por último "creo que estás más gorda?" ... nooo, mentira, si el mc swing cadbury que me acabo de comer es de lo más light, y el maxibon de anoche, y las papas fritas de antenoche, y la lasagna que almorzaré mañana con mi amigui Pili... ufff!

7.-¿Situación en el sexo decepcionante?: Cuando escuchas inesperadamente el sonido de una llave abriendo la puerta...

8.-¿Mejor película?: La que más me ha dejado rayando creo que es "Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos".

9.-¿Amor platónico?: Un compañero de colegio del cual estuve enamorada en secreto desde séptimo básico hasta segundo medio, cuando tuve que partir a Antofagasta... pero no les pienso decir el nombre! También me gustaba Ignacio Valenzuela, el periodista que da los goles en el 13 en la madrugada, aunque su gusto excesivo por el amarillo me está desencantando jajaa! Y a mayor escala, desde que vi Batman y Robin, quedé rayando con Chris O'Donnell. Es mi vida ya?

10.-¿Un trago?: Mi clásico es el tequila sunrise... aunque el ron-coca cola-agua tónica nordic del fin de semana estuvo bastante bueno también... en general me gustan los tragos dulces, con crema o granadina, el Baileys, Piña Colada, Menta Frappé (podrá ser picante pero bueh...) así que si tienen mejores recomendaciones, bienvenidas sean!

11.- ¿Si fuera un auto, cuál y por qué?: Si yo fuera un auto? Probablemente sería algo así como Herbie, no muy atractivo pero con carácter, con su no se qué... si hablamos de mi auto favorito, me encanta el Chrysler Sebring descapotable... algún día seré millonaria y lo tendré en mi garage...

12.-¿Sabes decir no?: Me ha costado, pero he aprendido.

13.-¿Cosquillas, dónde?: En todos lados! Soy un ente cosquilloso.

14.-¿Mi epitafio?: Es que quiero que me cremen y tiren mis cenizas por ahí... entonces ¿dónde van a poner el epitafio? A lo más sería algo así como "¿Descansará en paz?" jajaja! Soy demasiado inquieta!

15.-¿Qué a quien vacuno?: Prefiero dejarlo como algo absolutamente voluntario... si alguien quiere replicarlo, o usarlo de salvavidas creativo como yo... la posibilidad está abierta!