NO COMPREN COSAS ROBADAS DE NINGÚN TIPO!!

Hoy llegó mi hermano más chico, que tiene 13 años y va en 8º básico en el Instituto Nacional, muy rojo y tiritando. Le robaron el celular, un Nokia de lo más básico y de prepago. Mi hermano opuso una leve resistencia, y el weon viejote que lo asaltó, le pegó un combo en la cara y patadas en las piernas.

¿Pueden comprender tamaña muestra de violencia contra un niño chico? Mi hermano tiene el pómulo hinchado y la pierna hecha mierda, llena de cototos y muy roja desde el tobillo a la rodilla. Es flacuchento, pálido y no muy alto (mide como 1.65). Entonces, cómo un weón viejo, no se contenta con robarle su celular a un niño chico, sino que además le pega innecesariamente?

Es una lata además pensar que uno entre comillas agradece que "sólo" le haya pegado y no le haya sacado un cuchillo o algo peor ... por un teléfono viejo y sin ninguna gracia especial!!

Más difícil de entender es que un colegio tradicional y grande, con la cantidad de alumnos que tiene, ubicado en pleno centro, rodeado de calles difíciles como San Diego y Alonso Ovalle... no tenga una vigilancia especial a las horas de salida! Mi hermano caminó dos cuadras buscando un carabinero al que decirle algo, al que pedirle ayuda... y no encontró ninguno.

Mi mamá llamó al 133 (Carabineros) y le dijeron que no tienen registro de ninguna petición de vigilancia por parte del Instituto, y que tenían que recibir una carta del Centro de Padres del colegio para hacer el procedimiento. En todas las reuniones a las que hemos ido han hablado de cuánto asaltan a los niños a la salida del colegio. ¿Y nadie ha hecho nada?

Así que mi mamá llamó a la presidenta del centro de padres del curso y se pusieron de acuerdo para pedir esto a nivel de colegio. Pero eso no le devolverá el celular a mi hermano, no le quitará los moretones de las piernas ni lo hinchado de la cara.

Por eso el llamado que le da título a este post: no compren cosas robadas!!! Si no hubiera mercado para vender estos artefactos, no habría ladrones preocupados de conseguirlos. Más encima estos weones cambian el celular por un par de lucas, por droga, por cualquier cosa, sin importarles el daño que han hecho entremedio... no es posible que tengamos que andar prácticamente en pelotas en la calle por temor a que nos asalten!

Estoy muy enojada y muy triste a la vez ... es terrible ver la indefensión de los niños frente a estas cosas.

Por eso, repito... no compren cosas robadas! Cuando se los ofrezcan, acuérdense de a cuántos niñitos, ancianas, etc, han dejado como mi hermano o incluso peor ... y piénsenlo dos veces. Tras ese ofertón, hay un robo, hay alguien que perdió.

Menos mal que terminó este 18 ... cuatro días seguidos (para algunos más) de celebración, comida y bebida en exceso. Creo que ya consumí mi cuota de anticuchos hasta el año siguiente y no soportaría probar otra empanada de pino al menos en un tiempo ... aunque a la chicha no le hago el quite! sobre todo si es dulcecita ... (si quedaron con ganas de comprar, les recomiendo el local de Einstein con Guanaco en Recoleta en Santiago, la lleva! )

Pero vayamos guardando desde ya unos días de vacaciones para el próximo año ... o alguien cree que se trabajará ese lunes 17 de septiembre? O que cundirá algo la pega el jueves 20 y el viernes 21? Podemos ir a vivir a la IV Región, así sólo tenemos que pedir dos días ya que es costumbre no trabajar el día 20, por una tradición que dice que la noticia de la junta de gobierno llegó a Coquimbo con dos días de retraso ... pero en fin.

Aunque lo comido y lo bailado no nos lo quita nadie ... es hora de terminar con los excesos y remediar sus probables consecuencias en nuestros cuerpos, sobre todo pensando en el aumento de la temperatura que se debería hacer constante a partir de ahora, con el consecuente alivianamiento de la ropa, que dejará en evidencia nuestros excesos!

Una nota del diario La Nación de hoy entrega unos sanos consejos para deshacerse de los "kilos dieciocheros" y desintoxicar el organismo:

- Tomar mucho líquido (jugo de frutas o agua, cortémosla con los ponches, borgoñas, chichas, pipeños, bigoteados, terremotos, chelitas y otras bebidas etílicas consumidas a destajo) ... al menos dos litros diarios!

- Comer más sano, pero no dejar de comer! O sea, reemplazar carnes rojas (sí, no más asados ni antigatos) por carnes blancas (nunca es mala su brochetita de pavo con verduras...), tomar leche descremada (no malta con leche), medirse con el café (o sea, evitar conductas que induzcan caña para que no lo necesiten), comer pan integral (no, los choripanes no son ricos en fibra), comer cuatro veces al día y aumentar la actividad física (subir un par de escaleritas, caminar unas cuadras, nunca está de más).

- Descansar lo necesario, ya que el trasnoche activa ciertos procesos metabólicos que aumentan las ganas de comer.

Acompaño infografía explicativa:


Los expertos dicen que bastan dos o tres semanas para volver a la normalidad ... harto caro salen los 4 días de desarreglos!

Pensémoslo bien para el próximo 18.

¿Un asadito? jejeje...

Porque en este blog se habla de todo, desde colecciones de servilletas a tricotilomanía, completos o problemas con las ex ... hoy quiero dar mi muy personal opinión sobre los primeros seis meses de gobierno de nuestra Presidenta Michelle Bachelet.

He notado mucho pesimismo alrededor de su gestión. Es cosa de ver las encuestas Adimark de gestión de gobierno, donde el apoyo cayó casi 20 puntos desde el inicio de su período y recién ahora esa tendencia se ha detenido. He notado una sociedad "subida por el chorro" que refleja mucho del machismo que aún reina en nuestro país: ¿por qué todos hacen ahora paros y manifestaciones? Creo que va más por la percepción de la autoridad que por la autoridad en sí: a Lagos la gente le temía, de cierta forma. A Bachelet no, y en vez de sacar provecho de la cercanía y apertura que proyecta, se ha abusado.

Lo mismo con la acelerada carrera presidencial que se ha dado últimamente ... antes a nadie se le hubiera ocurrido empezar a postularse cuando otro presidente recién comenzaba su mandato. Pero creo que a Bachelet, por el sólo hecho de ser mujer, y de tener un estilo algo diferente al que se ha llevado en la política durante los últimos años (al menos se ha resistido a caer en este estilo de frentón) ... se le ha faltado el respeto de cierta forma, pasando a llevar su autoridad planeando desde ya gobiernos futuros.

Sin embargo, recientemente la revista Forbes ubicó a nuestra Presidenta entre las 20 mujeres más poderosas del mundo, siendo la latinoamericana que obtuvo la mejor posición. Al revisar medios internacionales, todos destacaban: Angela Merkel, la canciller alemana, fue elegida la mujer más poderosa del mundo, y Michelle Bachelet destacaba como la mujer hispanoamericana más poderosa. Por esas mismas fechas apareció un ranking latinoamericano (Barómetro Iberoamericano de Gobernabilidad), donde Bachelet fue la líder mejor calificada de la región, pero aquí no le dieron mucha bola.

Me llama mucho la atención ese contraste entre la percepción interna y externa. ¿Dónde está el error? Sinceramente, creo que está aquí. Creo que es una cuestión de lógica saber que los gobiernos tienen plazos de respuesta y de acción, y que muchas de las protestas que ahora le ha tocado enfrentar a Bachelet son de problemas originados mucho más atrás, como la calidad de la educación. ¿Por qué exigirle soluciones ahora a un tema tan complejo?¿Por qué "cargarle el muerto" a alguien que heredó todas estas condiciones y que aún no ha tenido el tiempo suficiente para enmendarlas?

También se ha hablado mucho de que el "estilo ciudadano" prometido en su campaña le ha pasado la cuenta. ¿Es tan malo querer que las decisiones se generen desde las bases, y que todos se sientan partícipes de un proceso? Por un lado, quizás el anuncio de este estilo ha provocado que ciertos grupos se sientan con más "derecho" de hacer sentir su parecer, manifestándose de diversas formas. Pero también creo que gran parte de la sensación de "caos" viene desde el mismo mundo político, que busca recuperar prácticas e influencias en este gobierno que al menos tiene la voluntad de ser diferente.

Desde un punto de vista más general, creo que Bachelet ha sufrido el alto nivel de exigencia con el que se evalúa a las mujeres hoy. Mientras a un hombre en un puesto visible se le exige hacer bien su trabajo, verse medianamente presentable y mantener una vida medianamente decente; a una mujer se le exige una vida personal intachable, "excelente presencia", ejercer don de mando y mostrar resultados ¡ya!

A Bachelet se le pide "ponerse los pantalones". Pero si golpea la mesa, la tratarían de "histérica" o capaz que le achaquen la reacción a los "días R". Se le critica la "decisión dictatorial" de autorizar la entrega de la píldora del día después a niñas de 14 años sin necesidad de consentimiento de los padres. Pero ¿qué mejor que una doctora y mamá para tomar esa decisión?

Bueno, podría seguir escribiendo mucho rato, pero creo que eso era lo esencial.

¿Cuál es tu evaluación para este primer semestre de Bachelet?

Recuerdo que era un día tan gris como hoy. Aún estaba en la universidad y ese día tenía taller II sección prensa, lo que significaba que tendría que llegar a las 8 de la mañana a la universidad para ser pauteada por mi profesor, reportear todo el día y entregar la nota encargada a las 18:00.

Ese día yo llevaba mi propuesta: quería hacer un recorrido por las diversas manifestaciones que se harían a raíz de nuestro 11 de septiembre. Me aceptaron el tema. Otros eligieron temas económicos o pautas del día. Pero cuando íbamos saliendo de esa reunión, cambió todo el panorama. Nos llegó el rumor de que algo heavy había pasado en New York. Un avión, un accidente (¿un atentado?), las torres gemelas en llamas. Muchos corrieron a renegociar sus temas con el profe, yo me quedé con el mío -después de todo seguía siendo contingente- pero de todas formas el hecho afectaría mi reporteo.

Partí desde ahí a donde mi "este". Ese día tenía turno de tarde y le había pedido que me acompañara a la primera marcha programada, que sería cerca de La Moneda tipín 11 am ... por si acaso, uno nunca sabe. Llegué y él tenía puestas las noticias ... alcancé a ver en vivo el impacto en la segunda torre. Ahí ya no hubo dudas: eso no podía ser un accidente.

Ese día fue hace cinco años y aún lo siento súper vívido. Ese día me sentí toda una periodista, anduve metida "en la papa misma", reporteando diversas marchas y protestas, pegada al personal stereo y a las transmisiones radiales de los hechos de aquí y de allá. Ya en la primera marcha se empezó a convocar un minuto de silencio por las víctimas del World Trade Center, y creo que fue un "once" con otro espíritu el de ese año ... el once en que dejamos de mirarnos el ombligo.

Y obviamente, mi texto no podía tomar las marchas de aquí y abstraerse de los hechos que consternaron al mundo ese día. Recuerdo haber optado por un relato cronológico de los hechos, intercalando lo que ocurría acá con lo que se sabía de allá. Y recuerdo haber pensado muchas cosas ... como que este once, de importancia y consecuencias a nivel mundial, poco a poco debería eclipsar al nuestro, que ocurrió hace más de 30 años, en un país diferente, en un contexto diferente, que sólo se debería recordar a nivel de conciencia, de "mea culpa" y "nunca más" y no con actos de vandalismo cometidos año tras año, donde participan jóvenes que ni siquiera pensaban nacer cuando ocurrieron las cosas por las que supuestamente protestan, con los que se logra sólo seguir dividiendo y no unir visiones en busca de un futuro mejor (agréguele música de fondo y suena a discurso del presidente en "El día de la Independencia" jajaja!).

Lo que no recuerdo... fue qué nota me saqué en ese trabajo. ¿A quién le importa? La lección fue otra.

Esas pequeñas piezas de papel, muchas veces útiles y muchas veces despreciadas, constituyen una de mis raras obsesiones.

Siempre abundan en mis carteras, bolsillos y cajones. Cuando voy a comer a algún lugar, siempre me llevo las que me sobran (excepto cuando son de género, claro está). Son una obsesión muy útil para salir de ciertos apuros, por lo demás:

- Las que se acumulan en el cajón de mi escritorio, me sirven para limpiar el desastre que dejo cuando me chorrea alguna taza, se me cae agua de la botella u otras embarradas similares. También sacan de apuros en ausencia de pañuelos desechables.

- Las que circulan por mis carteras, me salvan a la hora de necesitar con urgencia en baño, ya que la necesidad tiene cara de hereje y los recintos no siempre están en las mejores condiciones... (he mencionado ya que soy "pipímaniaca"?). También me ayudan cuando se me ocurre picotear por la calle con algo pegajoso o chorreador (creo que también he hablado de mi incapacidad para tomar bebida en lata y caminar a la vez, y cuando lo intento hay desastrosas consecuencias ... pruebe también a comer chumbeque sin algo con que limpiarse, es como comer berlín o churros con ropa negra ... indisimulable). Y claro, también reemplazan a los pañuelos de vez en cuando.

- A veces me ataca la manía de limpieza en la micro, y para eso recurro a las de mis bolsillos. Limpio ventanas empañadas, seco asientos donde caen goteras, limpio pasamanos pegajosos, etc.

Y esos son sólo algunos usos que se me vienen a la mente en este momento... también sirven de block de notas (dice la leyenda que Fido Dido fue creado en una servilleta), de hoja de recados, como soporte de inspiraciones repentinas, como accesorio para equilibrar mesas cojas...

Recién hoy, cuando terminamos de almorzar con mi "este" en mi nuevo local favorito, el Subway que queda a la vuelta de mi (nuestra) oficina, y me dijo "¿otra vez te vas a llevar las servilletas?" ... tomé conciencia de la situación.

Tengo como 15 en mi cajón, más unas cuentas en bolsillos y cartera... pero soy limpiecita! jajajaja! ... u obsesiva?